El ministro sirio de Información aseguró que la focalización de actos terroristas de los grupos armados contra barrios residenciales, escuelas, y hospitales responde a órdenes de sus patrocinadores en el extranjero.
El ministro sirio de Información, Omran al-Zubi, aseguró hoy que la focalización de actos terroristas de los grupos armados contra barrios residenciales, escuelas, universidades y hospitales responde a órdenes de sus patrocinadores en el extranjero.
Además de condenar con firmeza la violencia extremista, el titular consideró que ello integra la escalada contra el país que tuvo su más reciente demostración en la entrega del escaño de Damasco en la Liga Árabe (LA) a la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Revolución y la Oposición (Cnfros), durante la cumbre de Doha, Qatar, esta semana.
En entrevista con la televisión estatal, Al-Zubi estimó que la aprobación para la entrega de armas a los mercenarios, en medio de tales circunstancias, pretende sugerir que el Estado es incapaz de proteger a la población. Los terroristas buscan intimidar a la gente para que abandonen sus trabajos y los sitios públicos, al tiempo que se valen de medios de comunicación para sugerir que están cerca de alcanzar los objetivos de su agresión contra Siria, algo que no prosperará, remarcó.
Argumentó que el Ejército Árabe Siria está en su mejor momento, con la moral alta y que el pueblo sirio cree en sus instituciones militares.
A juicio del Ministro de Información, la letalidad de los recientes ataques reflejan la cobardía de los grupos irregulares, así como el desespero de los gobiernos de Qatar y Turquía, y de algunos servicios de inteligencia árabes y occidentales "que pretende un último y desesperado intento de desmembrar y derrocar el Estado sirio".
Consideró asimismo que la decisión de armar a los insurgentes resulta ilegal, pues viola las resoluciones de la ONU y las normas del Derecho Internacional, que proscriben la entrega de material bélico a grupos beligerantes, al igual que los intentos de cambiar un gobierno por la fuerza e inmiscuirse en sus asuntos internos, recordó.
Él señaló además que la Liga Árabe se ha convertido en una institución hueca y carente de respeto y que sus decisiones le han cerrado las puertas para participar en la búsqueda de una solución a la crisis interna siria, "porque resulta imposible contribuir a la solución de un problema suministrando armas, avivando la violencia y enviando mercenarios", dijo.
Expresó en contraposición que el grupo BRICS -integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, que a su juicio constituye un poderoso bloque político global, debe contribuir a zanjar el contencioso de manera pacífica.