El escritor sionista francés, Bernard Henri- Lévy, conocido por su defensa a ultranza del régimen racista y ocupante israelí y las políticas neoliberales, ha insultado al fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez.
El escritor sionista francés, Bernard Henri- Lévy, conocido por su defensa a ultranza del régimen racista y ocupante israelí y las políticas neoliberales, así como sus llamamientos a las invasiones occidentales de países como Libia y Siria, ha insultado al fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, en un reciente artículo publicado en diversos medios periodísticos internacionales, incluyendo el diario español El País, bajo el título de “La idiotez del culto póstumo” a Hugo Chávez.
Henri-Lévy insulta también al pueblo venezolano en general en su artículo al considerar una “idiotez política” la reacción popular ante el fallecimiento del presidente Chávez.
También califica al movimiento bolivariano de “pesadilla” y lo acusa, entre otras cosas, de llevar a cabo “políticas discriminatorias” hacia los indígenas de la etnia yukpa, lo que trae a la mente las acusaciones de diversos círculos derechistas contra la Nicaragua sandinista en la década de 1980s en el sentido de que este país “discriminaba” a los indios miskitos.
Estas alegaciones sobre supuestas disputas de tipo étnico en América Latina son un reflejo, sin duda alguna, de las políticas que los sionistas llevan a cabo en Oriente Medio para promover el sectarismo religioso y los enfrentamientos étnicos con el fin de favorecer su control sobre la región.
En su artículo, Henri-Levy critica con violencia las reformas sociales llevadas a cabo en Venezuela, a las que califica de “temeridad presupuestaria” y de “arruinar el país”. También afirma que tales reformas han sacrificado la “economía real” y “la creación de empresas”. Sin duda, para este propagandista sionista la reducción de la pobreza o el desarrollo económicos y social de las zonas y menos favorecidas y las clases populares simplemente no son objetivos que merezcan la pena o que tengan valor. Sin embargo, tales defensas de un sistema económico fracasado, el neoliberal, no sirven para engañar a nadie, sino más bien para poner a los que las realizan en el sitio que les corresponde y ponen de manifiesto quiénes son este tipo de personajes y qué intereses defienden.
En la actualidad, Henri-Levy no tiene influencia más allá de sus relaciones políticas con algunos políticos franceses o su presencia en las columnas de periódicos bajo influencia del lobby sionista. Sus declaraciones ridículas en Israel donde inventó un nuevo término para referirse a los asentamientos israelíes situados en los territorios ocupados palestinos, “implantaciones”, causaron sorpresa y bochorno en Francia, como también sus intentos de culpar a los palestinos por el fracaso de las “negociaciones de paz”.
Los ataques de Henri-Levy contra la Venezuela Bolivariana siguen la estela de los de otras organizaciones sionistas internacionales, como la Liga Antidifamación o el Centro Simon Wiesenthal. En realidad, lo que más parece molestar a estos grupos no es otra cosa la continua solidaridad de Venezuela hacia los países víctimas de las agresiones israelíes, como Palestina o el Líbano, que nace del propio anhelo de justicia que Chávez siempre promovió.