Rusia ha señalado que los informes que apuntan a que el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, intenta cortar sus vínculos con la Liga Árabe son algo comprensible.
Rusia ha señalado que los informes que apuntan a que el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, intenta cortar sus vínculos con la Liga Árabe son algo comprensible, ya que la organización ha dañado su papel al entregar el asiento de Siria en la organización a la oposición.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo el miércoles que, como “profesional y persona consciente”, Brahimi no podía reaccionar de otra forma a la decisión de la Liga Árabe.
Recientes informes señalan que Brahimi ha intentado mediar en el tema de Siria sólo en representación de las Naciones Unidas y que busca cortar sus vínculos oficiales con la Liga Árabe.
El 26 de Marzo, la Liga Árabe, bajo presiones de Qatar, entregó el asiento de Siria a la así llamada Coalición Nacional durante una cumbre de dos días celebrada en la capital qatarí, Doha. Dos días más tarde, Moscú criticó esta decisión, diciendo que ella ponía en duda la legitimidad de la posición de Brahimi.
Lavrov también dijo que Brahimi no sería capaz de realizar adecuadamente sus funciones de mediación entre las partes en Siria dado que una de las dos organizaciones que le otorgó el mandato “ha dejado de apoyar las negociaciones”.
El ministro ruso señaló además que la organización árabe ya no reconoce al gobierno sirio y considera a la oposición como el único representante legítimo de Siria.
“Simplemente no puedo ver ya cómo el Sr. Brahimi podría ser considerado mediador no sólo de la ONU sino también de la Liga Árabe en esta situación”, dijo Lavrov.
Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha desestimado estos informes sobre Brahimi diciendo que el enviado especial podría seguir negociando entre Damasco y la oposición siria en nombre de la ONU y de la Liga Árabe, pese a que Siria ya ha dicho que ésta última no puede tener un papel en las conversaciones.
El veterano diplomático argelino, de 78 años de edad, sustituyó a Kofi Annan en septiembre de 2012 como mediador, en un esfuerzo dirigido a poner fin a más de dos años de conflicto en Siria.