Manifestantes saudíes llevaron a cabo otra protesta contra el régimen el martes en la provincia de Qassim, pidiendo la libertad de los presos políticos.
Manifestantes saudíes llevaron a cabo otra protesta contra el régimen el martes en la provincia de Qassim, pidiendo la libertad de los presos políticos.
Cientos de saudíes tomaron las calles de Buraidah, a pesar de la prohibición del régimen de las manifestaciones públicas, con el fin de expresar su solidaridad con los presos políticos
Ellos también pidieron la inmediata liberación del joven activista Hud al Aqil, que fue arrestado en marzo después de que fuerzas saudíes asaltaran su vivienda en la ciudad.
Activistas saudíes han señalado que más de 40.000 presos políticos permanecen detenidos en el reino.
La mayoría de estos presos, en su mayoría activistas políticos, han sido encarcelados por el régimen de los Saúd sin juicio o cargos y muchos de ellos fueron arrestados por meras sospechas.
Algunos de estos detenidos han estado en prisión sin juicio durante más de 16 años. Ellos han sido acusados de incitar a la opinión pública en contra del gobierno y de trabajar para estados extranjeros.
La liberación de los presos no es, sin embargo, la única reivindicación de los activistas. Ellos reclaman asimismo un Parlamento elegido para reemplazar al así llamado Consejo de la Shura, cuyos 150 miembros son todos elegidos a dedo por el rey.
La oposición pide también que el jefe del gobierno sea nombrado conjuntamente por un parlamento y el rey, y que sean realizadas amplias reformas políticas para que la monarquía pierda su carácter absolutista.
En la provincia del Este, la población, mayoritariamente shií, pide el fin de la discriminación que ha venido sufriendo históricamente y la liberación del Sheij Nimr al Nimr, que fue detenido y torturado tras su detención y ha estado internado en un hospital. Sin embargo, un fiscal saudí ha pedido la pena de muerte contra él, en una decisión criticada y condenada por diversos sabios en el mundo islámico.