El primer ministro sirio, Wail al Halaqi, escapó el lunes a un atentado en Damasco, el primero de su tipo contra un dirigente sirio tras el asesinato de cuatro altos responsables en julio de 2012.
El primer ministro sirio, Wail al Halaqi, escapó el lunes a un atentado en Damasco, el primero de su tipo contra un dirigente sirio tras el asesinato de cuatro altos responsables en julio de 2012.
Al Halaqi, que fue nombrado para el cargo en agosto de 2012, salió ileso a un atentado en la capital, que costó la vida a seis personas, uno de los cuales era uno de sus guardaespaldas.
Un coche bomba explotó al paso de su convoy en el barrio de Mazzé, situado al oeste de la capital siria.
Varios vehículos resultaron calcinados y otros con los cristales rotos. Los cristales de varias viviendas vecinas también quedaron hechos añicos.
Al Halaqi dijo, en declaraciones recogidas por el canal Al Ijbariya, que el atentado era “la prueba del desánimo y la desesperación de los grupos terroristas frente a los éxitos del Ejército sirio”.