El príncipe saudí Walid bin Talal ha puesto en guardia a los responsables de su país por la existencia de cinco problemas sociales mayores, que él comparó a bombas retardadas.
El príncipe saudí Walid bin Talal ha puesto en guardia a los responsables de su país por la existencia de cinco problemas sociales mayores, que él comparó a “bombas retardadas”. Él exhortó a las autoridades saudíes a reaccionar inmediatamente para arreglarlos “antes de que sea demasiado tarde”.
El príncipe Walid se expresó en la red social Twitter desde su despacho mediático en Riad: “Hay cinco bombas retardadas a las cuales Arabia Saudí debe hacer frente: el fracaso en la diversificación de las fuentes de ingresos, el consumo excesivo de carburante, la explosión demográfica, el paro y la pobreza”.
Él añadió que “la enfermedad ha sido diagnosticada. Queda aplicar el tratamiento más conveniente”.
En febrero, Bin Talal pidió medidas concretas para mejorar la actual situación y emplear a saudíes en lugar de a trabajadores inmigrantes.
Según el periódico en idioma inglés Saudi Gazette, en diciembre de 2012 unos 3.500 hombres y mujeres con doctorados y másteres de prestigiosas universidades europeas y estadounidenses carecían de empleo en Arabia Saudí.
Según los expertos, el paro en el país podría triplicarse en los próximos años.
Paralelamente, un estudio no oficial, citado por la cadena iraní por satélite Al Alam, y realizado por una empresa consultora CB Richard Ellis, ha confirmado que “más del 60% de los saudíes viven por debajo del nivel oficial de pobreza”. Por otro lado, “alrededor del 60% de los 20 millones de saudíes viven en apartamentos alquilados”.
El Consejo de la Shura ha rebajado esta cifra de pobreza hasta el “22% de la población del reino”.
Bin Talal es propietario de un gran número de hoteles, empresas y emisoras de televisión y está considerado como una de las personas más ricas del mundo. También posee el 95% de Kingdom Holding, una compañía que tiene acciones en Apple Inc., Citigroup y General Motors.