El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha condenado la desecreación de la antigua tumba de un compañero del Profeta Muhammad (PB) cerca de la capital siria por militantes apoyados por el extranjero.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha condenado la desecreación de la antigua tumba de un compañero del Profeta Muhammad (PB) cerca de la capital siria por militantes apoyados por el extranjero.
En una declaración emitida por su oficina se describe el ataque como “perverso” y se señala que éste va dirigido contra la unidad de los musulmanes, señalaron medios iraquíes el jueves.
Según reportajes de los medios de Internet, militntes ansi-sirios atacaron el mausoleo y la tumba de Huyr ibn Adi, en Adra, en la provincia de Damasco, y sus restos fueron llevados a un lugar desconocido.
“El ataque contra el mausoleo del gran compañero busca debilitar la cohesión de los musulmanes,” dijo la declaración.
Huyr –un compañero muy cercano al Profeta Muhammad (PB) y un firme partidario del primer Imam shií, Ali ibn Abi Talib- lideró el ejército de los musulmanes hacia la victoria en varias batallas cruciales.
Él y sus hijos fueron asesinados por órdenes del califa omeya Muawiyah en el año 660.
Por su parte, el mufti de la comunidad sunní en Iraq, Sheij Mehdi al Sumayadai, afirmó en una entrevista con la cadena por satélite iraní Al Alam que “el Islam prohibe formalmente la profanación de tumbas o la destrucción de los lugares santos”.
El mufti criticó a “las organizaciones musulmanas que no han reaccionado ante la profanación de la tumba de uno de los compañeros del Mensajero de Dios, el Profeta Muhammad” y añadió que este tipo de actos amenaza con crear una división entre los musulmanes”.
