Brasil ha reiterado su apoyo a una solución pacífica a la crisis en Siria y ha mostrado su rechazo a cualquier injerencia externa en ese país.
Brasil ha reiterado su apoyo a una solución pacífica a la crisis en Siria y ha mostrado su rechazo a cualquier injerencia externa en ese país.
Según Xinhua, el canciller brasileño, Antonio Patriota, dijo en declaraciones a la prensa que Brasil está dispuesto a contribuir y apoyar los esfuerzos desempeñados en este marco y recordó que su país “ha apoyado desde hace mucho tiempo una solución negociada al impasse sirio”.
Patriota agregó que Brasil acogía con beneplácito el acercamiento ruso-estadounidense sobre Siria y la propuesta de celebrar una conferencia internacional al respecto.
“Estamos dispuestos a hacer una contribución y apoyar estos esfuerzos,” dijo el ministro brasileño.
Cabe mencionar que la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, afirmó, en una reciente rueda de prensa conjunta con el presidente de Egipto Mohammad Mursi, el respaldo de su país a una solución política en Siria.
Rechazo a la injerencia exterior
El otro aspecto relevante de la postura brasileña, además del apoyo de una negociación política, en relación a Siria es el rechazo a cualquier intervención e injerencia de países externos, lo cual se corresponde a la postura mantenida por el BRICS, el bloque de países emergentes opuesto a la política unipolar ejercida por EEUU y sus aliados de la OTAN.
Esta postura ha sido reiterada en ocasiones por Carlos Martins Ceglia, director del Departamento de Oriente Medio del Ministerio de Exteriores de Brasil.
Muchos países de Oriente Medio ven en Brasil a una voz neutral, a diferencia de la postura pro-israelí y antimusulmana de EEUU, y capaz de proporcionar una alternativa a los países occidentales. En la pasada década, Brasil se ha abstenido o ha votado en contra de las sanciones aprobadas en el Consejo de Seguridad contra Siria e Irán. En Junio de 2010, por ejemplo, Brasil votó en contra de las sanciones contra Irán por su programa nuclear.
Estas sanciones fueron aprobadas precisamente poco después de que Brasil e Irán llegaran a un acuerdo en relación al programa nuclear de Irán. Tal acuerdo fue rechazado por EEUU a pesar de cumplir las condiciones transmitidas por el presidente estadounidense, Barack Obama, al entonces presidente brasileño Inacio Lula da Silva.
El rechazo estadounidense fue visto también como una muestra del disgusto de Washington hacia el nuevo papel de Brasil en el mundo y más en particular en Oriente Medio, donde la diplomacia estadounidense había mantenido un papel predominante durante décadas.
Sin embargo, la neutralidad y respecto por la legalidad internacional así como su creciente presencia en el escenario internacional han ampliado la esfera de la política exterior de Brasil, como demuestra el hecho de que el país sea candidato a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad. Hoy en día, Brasil es reconocido cono un actor global en la política internacional, lo cual va de la mano con su percepción como potencia económica global emergente.
