El principal grupo terrorista de la oposición armada siria, el Ejército Sirio Libre (ESL), está perdiendo rápidamente combatientes y capacidades en favor del otro gran grupo armado, el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida.
El principal grupo terrorista de la oposición armada siria, el Ejército Sirio Libre (ESL), está perdiendo rápidamente combatientes y capacidades en favor del otro gran grupo armado, el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaida, con el que lucha conjuntamente frente al gobierno sirio, señaló el diario británico The Guardian.
El diario señala que uno de sus corresponsales en Siria recogió evidencias de este hecho en sus entrevistas con comandantes del ESL en todo el país.
The Guardian también considera que este hecho supone un dilema para EEUU, Gran Bretaña y Francia y otros países que quieren armar a los militantes, ya que tales armas irían a buen seguro a parar a manos de Al Qaida, que podría utilizarlas mañana contra los propios países occidentales que las han suministrado.
El diario señala que unidades enteras del ESL han pasado a las filas del Frente al Nusra atraídas por el discurso extremista de este último, que es responsable de gran número de operaciones suicidas. “Los combatientes de adhieren al Frente al Nusra por su sinceridad y su doctrina”, señala Abu Islam, de la Brigada at Tauhid del ESL en Alepo. La prensa del Frente al Nusra, llena de menciones al martirio y el yihad, es repartida ampliamente en las zonas ocupadas por los militantes.
Estos hechos se habrían dado en localidades como Alepo, Hama, Idlib y Deir al Zor, así como en la región de Damasco. La brigada Ahrar al Shimal del ESL se unió al Frente al Nusra en masa mientras que la brigada Sufiyan al Zauri en Idlib perdió a 65 de sus combatientes. Según estimaciones, el ESL ha perdido a una cuarta parte de todos sus efectivos, que se habrían unido al Frente al Nusra.
Además, según esas mismas fuentes, el Frente al Nusra mantiene espías en otros grupos, como el ESL, que actúan para reclutar a miembros de entre sus filas.
El Frente al Nusra, que juró recientemente su fidelidad a Al Qaida, quiere instaurar un emirato de estilo talibán en Siria y exportar su “revolución a otros países”. También rechaza cualesquiera conversaciones de paz con el gobierno sirio.