El observador especial de las Naciones Unidas, Richard Falk, llamó hoy a Israel a detener de inmediato la construcción de una autopista en Beit Safafa, Jerusalén Este (Al Quds), informó la organización internacional.
El observador especial de las Naciones Unidas, Richard Falk, llamó hoy a Israel a detener de inmediato la construcción de una autopista en Beit Safafa, Jerusalén Este (Al Quds), informó la organización internacional.
Falk demandó al gobierno sionista a ordenar el cese de la obra, que si es completada afectará de forma significativa a los residentes en la zona y arruinará las viviendas de más de nueve mil 300 palestinos.
La carretera de seis sendas tendrá una longitud de un kilómetro y medio, y provocará un daño irreparable porque cortaría los caminos locales y bloquearía el acceso a escuelas, centros de salud, oficinas y sitios de oraciones, según el experto independiente designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Falk, cuya responsabilidad es monitorear e informar la situación en los territorios palestinos ilegalmente ocupados desde 1967, dijo que los residentes de Beit Safafa no fueron consultados en ninguna etapa de la planificación y ejecución del proyecto.
Para atravesar su propia comunidad, antes posible en cuestión de minutos a pie, tendrían que viajar en automóvil a través de carreteras alternativas y pasar por un puente tras la terminación de la obra.
El funcionario de la ONU añadió que el propósito del gobierno israelí con la construcción de la autopista es expandir los asentamientos ilegales que Tel Aviv construye en los alrededores de Jerusalén Oriental y unir aquellos que ya están habitados por colonos sionistas.
El proyecto constructivo, que comenzó en septiembre de 2012, fue desafiado en una Corte de Distrito de Jerusalén en diciembre pasado, pero la solicitud de su cancelación fue rechazada por los jueces.
En marzo de 2013 una petición similar fue desestimada por la Corte Suprema de Israel, la cual aceptó ventilar el caso en otra audiencia de apelación el próximo 26 de junio.
El gobierno israelí aprobó la semana pasada la construcción de unas 300 viviendas en el asentamiento paramilitar de Beit El, en Cisjordania ocupada, lo que desmiente anuncios, según los cuales el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, ordenó congelar las edificaciones en esa zona.
La Autoridad Nacional Palestina exige el cese de las construcciones y la liberación de los casi cinco mil presos palestinos en cárceles israelíes como requisitos principales para el reinicio de un diálogo de paz con Tel Aviv que está estancado desde hace varios años.
Jerusalén Este fue anexada y declarada capital eterna e indivisible de Israel en 1980, decisión que es rechazada por la comunidad internacional.
