Varios centenares de residentes se reunieron el domingo en la provincia turca de Hatay para protestar contra el doble atentado con coches bomba llevado a cabo el sábado en la localidad de Reyhanli, que causó la muerte a casi 50.

Varios centenares de residentes se reunieron el domingo en la provincia turca de Hatay, en el sur del país, para protestar contra el doble atentado con coches bomba llevado a cabo el sábado en la localidad de Reyhanli, que causó la muerte a casi 50 personas.

Los manifestantes culparon al gobierno turco del primer ministro Recep Tayyip Erdogan del incidente debido a su apoyo a los grupos terrroristas en Siria y mostraron también pancartas pidiendo el fin de la injerencia estadounidense en Siria.

El domingo, las fuerzas de seguridad turcas arrestaron a nueve ciudadanos turcos de extrema izquierda sospechosos de estar implicados en los atentados de Reyhanli.

El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, dijo en una conferencia de prensa en la capital, Ankara, que los nueve sospechosos habían sido inculpados por sus propias confesiones y declaraciones. Él añadió que cinco sospechosos eran miembros del Frente/Partido de Liberación Popular Revolucionaria (DHKP/C) mientras los otros cuatro eran miembros del grupo militante Acilciler.

Tras los atentados, Turquía inmediatemente afirmó que Damasco estaba detrás del ataque, pero Siria rechazó estas acusaciones.

El ministro de Información sirio, Omran al Zoabi, dijo en una rueda de prensa el domingo que Damasco”no cometió y nunca cometerá una acción de este tipo porque sus valores no se lo permiten”. El ministro sirio culpó al gobierno turco de las bombas de Reyhanli y del actual conflicto en Siria por su apoyo al terrorismo en este país.