Las autoridades iraquíes encontraron tres fosas comunes en la ciudad de Faluya con los cadáveres de al menos un millar de personas, presumiblemente ejecutadas por soldados estadounidenses.
Las autoridades iraquíes encontraron tres fosas comunes en la ciudad de Faluya, en la provincia central de Al Anbar, con los cadáveres de al menos un millar de personas, presumiblemente ejecutadas por soldados estadounidenses durante la ocupación del país, de acuerdo a las primeras versiones ofrecidas por funcionarios policiales de este país.
“Las fuerzas de seguridad y grupos de derechos humanos encontraron tres fosas comunes en las localidades de Saqlawiyah y Ameriyah, cerca de un cementerio ubicado al norte de la ciudad de Faluya. Contienen los restos de cerca de un millar de personas”, reseñó un comunicado oficial enviado a la prensa.
El texto agrega que “los restos se cree que son parte de las víctimas asesinadas por las fuerzas militares de Estados Unidos entre 2004 y 2005, en una ciudad situada a unos 69 kilómetros al oeste de la capital, Bagdad.
El vicepresidente del Consejo Provincial de Al-Anbar, Sadun Obaid al-Shalan, solicitó al Gobierno realizar pruebas de ADN a los cuerpos sin vida para proceder así a la identificación de las víctimas.
Al-Shaalan recordó que en toda Irak hay cientos de familias que están tratando de descubrir el destino de sus hijos desaparecidos.
Los combates en Faluya estallaron en 2004, después de que cuatro mercenarios estadounidenses fueron asesinados y colgados de un puente sobre el río Éufrates.
La primera batalla de Faluya fue un intento frustrado por los militares de norteamericano para capturar la ciudad, en abril de 2004, causando la muerte de al menos 400 personas.
Posteriormente, entre noviembre y diciembre de ese mismo año, las fuerzas estadounidenses, junto a las británicas, atacaron por segunda vez en Faluya; en una ofensiva que propició la muerte de unas cinco mil personas.
El pasado 20 de marzo se cumplieron 10 años de la guerra emprendida por EE.UU. contra Irak, durante la gestión del entonces presidente George W. Bush (2000-2008). Una década después, han sido reveladas numerosas pruebas de la manipulación y el engaño utilizados por Washington para invadir este país.
Una década después, Washington y Londres aseguran que liberaron al pueblo iraquí del “régimen criminal” de Saddam Hussein. Sin embargo, fue tras la guerra que Irak ha devenido uno de los países más violentos e inseguros del mundo y es escenario cotidiano de cruentos atentados por pugnas confesionales, regionales, étnicas y políticas.