Yo digo a todos los honorables ciudadanos, a los muyahidin, a los héroes. Os he prometido siempre la victoria y ahora os prometo otra.
“Yo digo a todos los honorables ciudadanos, a los muyahidin, a los héroes. Os he prometido siempre la victoria y ahora os prometo otra”. Con estas palabras, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, puso fin a su discurso el sábado con motivo del 13 aniversario del Día de la Resistencia y la Liberación.
Hablando desde la Ciudad Imad Mugniyeh, en Mashgara, al oeste de la Bekaa, a través de una pantalla gigante, Su Eminencia dijo: “El Día de la Liberación es uno de los días de Al-lah, en que Su misericordia y apoyo se revelaron a nuestro pueblo resistente y en que Su ira se dirigió contra el ocupante”. Él añadió que dicha conmemoración debe ser transmitida de una generación a otra porque representa una profunda experiencia nacional y un paso hacia un futuro honorable”. Él señaló que no hay que olvidar tampoco los tristes días de la Nakba o Naksa en Palestina y ellos deben ser comparados con las víctorias logradas. “La Nakba de 1948 y la derrota de 1967 fueron una catástrofe para todos los árabes y no sólo para una nación en particular. Todos los árabes están sufriendo las consecuencias”.
Dos grandes peligros
Su Eminencia habló acerca de los dos peligros a los que la resistencia hace frente: Israel y su ambición y los acontecimientos en la vecina Siria, donde los grupos takfiris están luchando sobre el terreno.
“La entidad sionista continúa con sus planes en Palestina, tales como la ampliación de los asentamientos o la judaización de Al Quds (Jerusalén), sin ser ni siquiera criticada por la comunidad internacional ni por los países de la región”. Su Eminencia señaló que “desde Julio de 2006, Israel se ha estado preparando para la guerra después de comprender su debilidad y ha estado amenazando al Líbano diariamente y movilizando sus fuerzas en la frontera durante meses. Israel tiene un ministerio especial, el Ministerio de la Defensa del Frente Interior, que es responsable de cualquier cosa que amenace a su entidad”. Mañana ellos comenzarán una nueva maniobra que llaman “Frente Sólido” y afirman que están preparados para la guerra”.
Por otro lado, Sayyed Nasralá se preguntó qué ha hecho el estado libanés para hacer frente a estas amenazas y cumplir con sus responsabilidades. “¿Qué ha hecho el estado desde 2005 en lo que respecta a armar y entrenar a la institución militar? Solíamos oír excusas como la presencia siria en Líbano, pero el hecho es que son los norteamericanos los que vetan la adquisición de armas por parte de cualquier ejército árabe si estas armas van dirigidas contra Israel. Está prohibido para Siria o Líbano comprar armas porque estos países las usarían para luchar contra Israel.
De este modo, los norteamericanos se esfuerzan día y noche para impedir que Rusia entregue a Siria misiles antiaéreos S-300, que son armas puramente defensivas. Sin embargo, enormes cantidades de armas están siendo vendidas a algunos países árabes porque ellos han dado garantías de que no dispararán ni una sola bala contra la entidad sionista.
Israel comenzó a armar a sus colonos en las localidades fronterizas del Golán cuando se comenzó a hablar de la resistencia en esta zona, mientras que algunos consideran aquí que las armas que poseen las familias de nuestras localidades fronterizas libanesas son ilegales”.
Sayyed Nasralá dijo que existía un problema estructural, ya que el estado libanés desde su inicio nunca se comportado como si Israel fuera una amenaza a la que es preciso hacer frente.
“Fue sólo una parte del pueblo libanés la que se encargó (de hacer frente a Israel) y no hablo sólo de la Resistencia Islámica. Lo que pasó en el año 2000 fue el resultado de los esfuerzos desplegados por todas las fuerzas de resistencia en la región: fue una acumulación de capacidades humanas, militares y logísticas.”
El secretario general de Hezbolá dijo que el estado era demasiado débil para enfrentarse a cualquier amenaza israelí. “Nuestro estado no puede proteger un funeral en Sidón o detener los choques en Trípoli y no ha aprobado una ley electoral todavía. ¿Imagina alguien que un estado así puede tomar la decisión de enfrentarse y detener al enemigo?”
Él añadió que “si unas directrices, cobertura política y armas fueran proporcionadas al Ejército, éste podría luchar contra Israel del mismo modo que la Resistencia y la Resistencia, por su parte, lo apoyaría y permanecería detrás de él.
Hoy en día, son muchos en el Líbano los que quieren desembarazarse de la Resistencia. Ellos intentan confiscar su armamento y quieren decidir cuando debe o no entrar en acción. Sin embargo, no podrán desarmarla puesto que ella ha combatido a los israelíes y disfruta de la protección de su pueblo.
Todas las opciones y sugerencias propuestas no protegen al país ni disuaden al enemigo de atacarlo. Sólo la coyuntura actual puede hacerlo.
Si el armamento de la Resistencia fuera entregado al Estado libanés, eso significaría el fin de su papel y su función.
Yo llamo al Estado libanés a ser consciente de la amenaza que representa Israel, que ha finalizado ya todos los preparativos para otra guerra de agresión.
El Imam Ali dijo que “el hecho de que tú duermas, no significa que los otros se duerman también”.
Nosotros en la Resistencia Islámica vamos a seguir asumiendo nuestras responsabilidades a pesar de las campañas mediáticas y las amenazas de inscribirnos en listas de organizaciones terroristas. Quiero recordar que hace tiempo ya que somos objeto de una campaña mediática sin que ello haya llevado a que nuestra voluntad se altere.
A todos los que confían en la Resistencia les digo que ella continuará a vuestro lado para defenderos y mantener altas vuestras cabezas. La Resistencia, que derrotó a Israel en Julio de 2006, ha estado entrenándose y fortaleciéndose e Israel la teme.”
Situación interna en el Líbano
Con respecto a la situación interna libanesa, Sayyed Nasralá dijo: “Estamos ante tres opciones que son o celebrar unas elecciones en base a la ley de 1960 o extender el mandato del Parlamento o que se produzca un “milagro” que lleve al logro de un consenso sobre una nueva ley. Sin embargo, estamos contra del vacío. Nos apresuramos a presentar nuestra candidatura antes que la alianza del 14 de Marzo, porque rechazamos el vacío, incluso si las elecciones son celebradas en base a la ley de 1960., que la mayoría del pueblo libanés rechaza”.
“Nosotros reiteramos nuestro llamamiento a mantener al Líbano alejado de cualquier choque o conflicto. Estamos luchando en Siria y vosotros (el 14 de Marzo) lo estáis haciendo también, así que mantengamos nuestra lucha allí,” dijo el secretario general añadiendo que lo que sucedió en Sidón y lo que está ocurriendo en Trípoli es vergonzoso y debe ser detenido inmediatamente. “Aquellos que quieren apoyar al gobierno o a la oposición de Siria que vayan a ese país y dejen a Trípoli permanecer neutral”.
La crisis siria
En relación a la crisis siria, Sayyed Nasralá dijo que “desde el inicio de la guerra en Siria dijimos que el régimen de Bashar al Assad tenía puntos positivos y otros negativos y que hacía falta que se pusieran en marcha reformas y se iniciara un diálogo nacional sin recurrir a las armas.
Nosotros sabemos la importancia que tiene Siria para la región y yo mismo actué al principio para lograr un compromiso político entre el presidente Assad y los grupos de la oposición. Hablando francamente, el presidente aceptó el diálogo para lograr un acuerdo político y llevar a cabo reformas importantes.
Sin embargo, la oposición se negó a ello, exigiendo insistentemente la caída del presidente. Dado que ella gozaba del apoyo de los estadounidenses, franceses, británicos, los árabes del Golfo y Turquía esperaba la caída del gobierno en dos o tres meses.
Los acontecimientos se han desarrollado desde entonces. Se ha creado un eje, dirigido por EEUU y todos los países que son esbirros de los estadounidenses. Dicho eje está apoyado por Israel, dado que el proyecto de EEUU en la región es el mismo que el de Israel, y se obstina en querer llevar la batalla hasta el final.
Al Qaida a sido invitada a participar en este plan, al igual que el resto de organizaciones takfiris. No os dejéis convencer de que estos grupos takfiris han ido por su propia iniciativa a Siria. Su acceso a Siria ha sido facilitado. Se les han garantizado visados (a Turquía y otros países vecinos) al igual que armamento y financiación.
Una guerra mundial ha sido lanzada contra Siria: mediática, militar, económica, diplomática. La presencia de decenas de miles de combatientes extranjeros no molesta a los así llamados “amigos de Siria”, que se han reunido en Estambul y otras partes. Sin embargo, algunos combatientes de Hezbolá que han intervenido en Siria han provocado un escándalo.
En la actualidad existe una oposición en el extranjero que carece de vínculos con estados extranjeros y está dispuesta a llevar a cabo un diálogo con el gobierno sirio. Existe, por el contrario otro grupo de la oposición que está compuesto por funcionarios de la CIA y otros servicios de inteligencia europeos y árabes y no tiene una capacidad propia de decisión.
Sobre el terreno, en todas las regiones que han sido tomadas por esta oposición, los occidentales, los árabes y todos los servicios de inteligencia saben que la fuerza dominante allí es la de la corriente takfiri, que nadie puede controlar. Sus miembros han sido traídos a Siria para que combatan contra el poder allí antes de ser sacrificados si se produce un acuerdo.
Estos grupos reciben un apoyo de algunos países árabes que quieren acabar con el gobierno sirio y con estos grupos al mismo tiempo, sin ser conscientes de las consecuencias, de la experiencia que dichos grupos están acumulando y de lo que sucederá en la eventualidad de que sus miembros retornen a sus países.
Estos grupos suponen un peligro para el Líbano, incluyendo para los sunníes.
La presencia de estos grupos en Siria y sobre todo en algunas regiones sirias fronterizas con el Líbano constituyen un peligro para el Líbano, para los libaneses, para el Estado libanés, para la Resistencia libanesa y para la convivencia entre los libaneses. Si estos grupos logran controlar las provincias próximas al Líbano, constituirán un peligro para todos los libaneses, ya sean musulmanes o cristianos, sunníes o shiíes.
Aquellos que combaten en Siria son la prolongación del así llamado “Estado Islámico de Iraq”. Preguntad a los propios iraquíes cuantos líderes religiosos sunníes han matado estos grupos, cuántas mezquitas han atacado, no sólo shiíes sino sunníes también, o cuántos líderes de tribus sunníes han sido asesinados por ellos.
En sus propias declaraciones, ellos alardean de haber cometido más de 4.000 operaciones suicidas contra todas las comunidades iraquíes. Estos takfiris consideran apóstatas a todos aquellos que no están de acuerdo con ellos por las razones más triviales.
En Pakistán, todos los que participaron en las elecciones fueron declarados apóstatas por los miembros de esa corriente.
Yo tengo cifras sobre las atrocidades cometidas por estos grupos en Iraq, Afganistán, Pakistán y Somalia. Las cifras prueban que la mayor parte de los asesinados por ellos son musulmanes sunníes.
Últimamente estos grupos se han vuelto activos en Túnez y Libia, e incluso los países que los han fabricado comienzan ahora a padecer ahora sus actividades. Nosotros esperamos que algo parecido suceda en el Líbano.
Esta mentalidad no acepta ningún diálogo ni percibe ningún terreno común con las otras corrientes, y rechaza todo compromiso. Le basta cualquier divergencia para creer que tiene derecho a matar a los demás.
Eso es un peligro real.
Nosotros no abordamos este tema desde un punto de vista shií o sunní y consideramos que todos los musulmanes sin excepción están amenazados. Sus financiadores y sostenedores no son otros que los norteamericanos, ya que estos grupos son su principal instrumento para implementar su proyecto en la región.
Desde el inicio de la crisis estos elementos amenazaron con que si el gobierno sirio caía, ellos vendrían al Líbano. Ellos han prometido a los norteamericanos que acudirían al Líbano a atacar a aquellos libaneses que han humillado a Israel y han secuestrado a peregrinos libaneses en Siria.
Nosotros estamos, pues, luchando en contra de una hegemonía de la corriente takfiri.
Siria es la espalda y el apoyo de la Resistencia, y la Resistencia no puede permanecer impasible mientras su espalda es rota y su apoyo se ve amenazado. Eso sería una estupidez.
Sólo los idiotas ven venir hacia ellos una amenaza a grandes pasos y no reaccionan.
Si Siria cayera en las manos de EEUU y los takfiris, que son sus instrumentos regionales, la Resistencia se vería asediada y los israelíes volverían al Líbano de nuevo para imponer su dictado.
Si Siria cae, Palestina se perderá para siempre y los pueblos de nuestra región harán frente a una etapa dura y oscura.
Nosotros tenemos en Siria a dos protagonistas: el primero es EEUU y los grupúsculos takfiris que arrancan corazones, cortan cabezas y profanan las tumbas.
Por otro lado, tenemos un estado que tiene una posición clara con respecto al proyecto sionista y que está abierto a los compromisos. Escoged como os parezca, pero Hezbolá no puede estar nunca en el mismo eje que el de los norteamericanos, los israelíes y los que profanan tumbas, extraen corazones o cortan cabezas.
Hezbolá no puede en ningún caso estar en un frente que quiere destruir todos los logros alcanzados por la Resistencia y transformar de nuevo a los habitantes de la región en súbditos de EEUU y su proyecto para un Nuevo Oriente Medio.
Aquellos que quieran permanecer neutrales, que lo hagan. Y aquellos que creen que nada puede cambiar la ecuación en la región, que vean como la Resistencia sí ha logrado hacerlo.
Con nuestra postura, defendemos el Líbano, Palestina y Siria.
Esta postura nos convertirá en el objetivo de una campaña mediática encarnizada. Pero esto ha sucedido ya antes de que interviniéramos en Siria. Nosotros somos plenamente conscientes de que las campañas mediáticas no cesarán jamás.
El hecho de inscribirnos en una lista de organizaciones terroristas no es nada nuevo. Cada vez que una personalidad visita Israel ataca allí a Hezbolá. Vuestra lista de organizaciones terroristas vale sólo lo que la tinta del papel en que está escrita.
Nosotros no tenemos necesidad de declarar el yihad. Algunas palabras bastan para movilizar a decenas de miles de muyahidines dispuestos a combatir en los frentes. Miles ha mostrado ya su disposición a tomar parte en los combates.
Nosotros estamos ahora en una nueva fase, la de proteger al Líbano y su espalda.
Al igual que en otras batallas, estaremos a la altura y, si Dios quiere, saldremos victoriosos de ella.
Ciudadanos honorables que tanto habéis sacrificado, esperado y perseverado, sabed que vamos a continuar en esta vía y que aceptaremos todas las consecuencias que se deriven de esta responsabilidad.
Así como os prometí la victoria al inicio de la guerra de 2006, os prometo ahora otra nueva.
As Salamu Aleikum