Francia ha sido uno de los países más activos en la agresión a Siria y ha intentado reunir todas las energías para derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad.
Francia ha sido uno de los países más activos en la agresión a Siria y ha intentado reunir todas las energías para derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad, y colocar a un títere que obedezca, entre otras, las órdenes de la antigua potencia colonial.
El aspecto más visible de esta actitud fue la creación del grupo de los así (mal) llamados “Amigos de Siria” o “del pueblo sirio” que supuestamente iban a representar la “voluntad de la comunidad internacional” sobre Siria, pero que, en realidad, son un instrumento para cubrir las acciones de un pequeño grupo de estados en contra de Siria.
En julio de 2012, fueron un centenar de países los que estuvieron presentes en la reunión de los “amigos” que se celebró en París
Sin embargo, este grupo ha ido cada vez a menos y en la última conferencia de Ammán tales “amigos” se redujeron hasta los once estados y una oposición siria a la que hubo que tirar de la oreja para que se dignara a estar presente.
El fracaso en el plano diplomático es patente para el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, que sigue, sin embargo, tan arrogante como el primer día.
El 29 de mayo tendrá lugar una reunión de los amigos reales de Siria que se celebrará en Teherán a invitación de las autoridades iraníes.
Unos cuarenta países estarán representados, incluyendo Rusia y China. El Sultanato de Omán ha confirmado ya su participación, mientras que invitaciones han sido igualmente cursadas a Qatar, Arabia Saudí y Turquía.
Es de suponer que el reino wahabí acudirá porque forma parte del grupo de contacto sobre Siria en el que también están Egipto, Irán y Turquía.
La creación de este grupo en Marzo de 2012 se debió a la iniciativa de Mohammed Mursi, el presidente egipcio.
El gobierno iraní es optimista sobre el éxito de esta nueva reunión de los verdaderos amigos de Siria y sobre los progresos que se alcanzarán.
Irán ha abogado desde el principio por una solución pacífica y, con este fin, ha mantenido contactos con todas las partes.
Un comportamiento que contrasta con la actitud brutal que ha caracterizado a los dos últimos ministros de Exteriores de Francia.
Mounadil Djazaïri