El Ministerio egipcio del Interior indicó el miércoles que había prohibido toda nueva manifestación tras las habidas el martes en contra del régimen de Mubarak, que reunieron a miles de personas y produjeron cuat
El Ministerio egipcio del Interior indicó el miércoles que había prohibido toda nueva manifestación tras las habidas el martes en contra del régimen de Mubarak, que reunieron a miles de personas y produjeron cuatro muertos.El Movimiento del 6 de abril, un grupo de militantes pro-democráticos, fue el organizador de las manifestaciones y señaló que había convocado de nuevo varias concentraciones el miércoles en el centro de El Cairo.
Las manifestaciones anti-gubernamentales del martes han sido las más importantes de su género habidas en Egipto en el curso de tres décadas de presidencia del presidente Hosni Mubarak, que ha detentado el poder desde 1981.
TRES MANIFESTANTES MUERTOS
Tres manifestantes y un policía resultaron muertos el martes durante las manifestaciones que reunieron a miles de egipcios y que pidieron la partida del presidente Hosni Mubarak y que han estado inspiradas por la revuelta popular tunecina.
Las fuerzas del orden intervinieron durante la noche del martes al miércoles lanzando gases lacrimógenos para dispersar a los miles de manifestantes presentes en la plaza Tahrir, en el centro de la capital cerca de varios edificios oficiales.
En total, unas 15.000 personas se manifestaron en diversos lugares de El Cairo y unas 10.000 en la Plaza Tahrir, según cifras oficiales.
Cantando eslóganes como “Mubarak lárgate”, “Pan, Dignidad y Libertad” y “Túnez es la solución”, millares de egipcios desfilaron por El Cairo y Alejandría (norte del país) y en numerosas otras ciudades, frente a un dispositivo policial masivo -compuesto por unos 20.000 ó 30.000 miembros de las fuerzas del orden- en la capital.
Según los especialistas, estas manifestaciones antigubernamentales han sido las más importantes desde las habidas en 1977, que estuvieron provocadas por el alza del precio del pan. “Estas manifestaciones son las importantes no sólo por el número de participantes y el hecho de que tuvieran lugar en todo el país, sino porque afectan al conjunto de la población,” estima el politólogo Amr al Shubaki, del Instituto Al Ahram.
Varios grupos de militantes por la democracia habían convocado la manifestación para el martes, calificándola oficialmente de “Jornada de la Revuelta”, una “jornada de revuelta contra la tortura, la pobreza, la corrupción y el paro”. El opositor Mohammed ElBaradei, antiguo jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), ha apoyado esta iniciativa.
La idea de las manifiestación ha partido también de los jóvenes, movilizados a través de las redes sociales de Internet. En Facebook, más de 90.000 personas se mostraron dispuestas a manifestarse. Los Hermanos Musulmanes y el Wafd, el principal partido de la oposición laica, no se han asociado oficialmente con el movimiento, pero han dado libertad a sus militantes para unirse a él.
WASHINGTON APOYA A MUBARAK
Entre las reacciones internacionales, cabe destacar la de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que aseguró desde Washington que el gobierno egipcio, un firme aliado de EEUU en Oriente Medio, era “estable”.
Egipto, con más de 80 millones, es el país más poblado del mundo árabe y más del 40% de su población vive con menos de dos dólares por día y persona. Varias inmolaciones han tenido lugar en estos días en Egipto como imitación de la de un joven de Túnez, que desencadenó la revolución en su país.
El presidente Mubarak, de 82 años, quiere volver a presentarse a las elecciones de septiembre. Se ha hablado de su hijo Gamal, de 47 años, como un posible sucesor.