El fiscal general del Estado decidió el viernes trasladar al ex presidente Hosni Mubarak a un hospital militar y luego a prisión cuando su salud mejore

El fiscal general del Estado decidió el viernes trasladar al ex presidente Hosni Mubarak a un hospital militar y luego a prisión cuando su salud mejore en el curso de una investigación realizada sobre la represión mortal lanzada contra los manifestantes egipcios, algo que podría enviarle a prisión, indicaron los medios estatales egipcios.

Mubarak y sus hijos Gamal y Alaa permanecieron la pasada semana. Mubarak es sospechoso de estar implicados en las muertes de manifestantes durante los 18 días de protestas que le obligaron a dimitir en febrero. Si fuera condenado por los cargos más serios, podría hacer frente a una cadena perpetua o incluso a la ejecución por ahorcamiento, dijo un juez.

El fiscal Abdel Maguid Mahmud “decidió transferir al ex presidente Hosni Mubarak a uno de los hospitales militares” de la ciudad turística de Sharm el Sheij, junto al Mar Rojo, donde él ha estado viviendo desde su derrocamiento, señaló la agencia de noticias MENA. Mubarak habría sido colocado bajo “estrictas medidas de seguridad”.

MENA añadió que Mubarak continuaría “bajo una custodia preventiva, según las leyes penales, con la obligación de informar a los fiscales del Estado tan pronto como su salud mejore y surja la oportunidad de enviarle a prisión”.

Mubarak sufrió a un ataque al corazón el martes durante el interrogatorio por fiscales sobre su presunta implicación en la muerte de manifestantes y fue colocado en cuidados intensivos. El pasado jueves, MENA afirmó que su condición era estable.

Mubarak y sus dos hijos han sido mantenidos bajo custodia durante 15 días por su presunta implicación en la represión, que causó la muerte a unas 800 personas. Ninguno de los tres ha sido todavía acusado de nada.

El periódico gubernamental Al Ahram citó a un juez que dijo que el antiguo ministro del Interior Habib al Adly, que también será juzgado por ordenar abrir fuego contra los manifestantes, había proporcionado las pruebas de que la orden fue dada por Mubarak.

El juez del Tribunal de Apelaciones, Zakariya Shalash, dijo: “Si esto demuestra, él recibirá el mismo castigo que las persona que lo llevaron a cabo y esto podría llegar a la ejecución si se prueba que manifestantes pacíficos fueron muertos con premeditación”.

MENA informó que la Fiscalía había pedido transferir a Mubarak a un hospital de una prisión de El Cairo, donde sus hijos están encarcelados, junto con un creciente número de ministros y altos responsables del régimen derrocado.

El Ministerio del Interior respondió diciendo que el hospital de la prisión no estaba equipado para hacer frente un rápido declive en la salud del presidente, de 82 años de edad, y recomendó un hospital militar, dijo el informe.

La agencia informó también, citando a un responsable cuyo nombre no fue dado, que Mubarak sería transferido a un centro médico en las afueras de El Cairo, que ha finalizado ya los preparativos para recibirle. El antiguo presidente está todavía en Sharm el Sheij y sus guardas no han recibido instrucciones para transferirle, señaló.

Por su parte, la televisión estatal ha señalado que los tres Mubarak serán interrogados por la división anti-corrupción del Ministerio de Justicia la próxima semana bajo la sospecha de estar implicados en múltimples episodios de corrupción financiera.