Una manifestación contra el gobierno turco en el centro de Estambul en la noche del viernes acabó en fuertes choques con la policía, que causaron decenas de heridos.
Una manifestación contra el gobierno turco en el centro de Estambul en la noche del viernes acabó en fuertes choques con la policía, que causaron decenas de heridos.
Los choques se iniciaron en el centro de la ciudad cuando la policía desalojó a centenares de activistas que llevaban ocupando el Parque Gezi, en la emblemática Plaza de Taksim, desde el pasado 28 de Mayo. El objetivo primero de la protesta era impedir que fueran arrancados 600 árboles en el marco de un proyecto para construir un centro comercial en el lugar.
La policía empleó cañones de agua y gases lacrimógenos. Varios manifestantes, incluyendo dos diputados de la oposición, resultaron heridos tras ser afectados por los gases.
Además, varios manifestantes resultaron heridos después de que un muro al que se habían subido se viniera abajo durante una carga policial. Dos manifestantes sufrieron ruptura de brazos y otros tuvieron otras fracturas de huesos.
Tras el desalojo y convocados por las redes sociales, numerosos activistas acudieron al lugar y se formó entonces una gran manifestación en contra de la política general del gobierno de Erdogan, que lleva en el poder desde 2002.
En los posteriores enfrentamientos, decenas de manifestantes resultaron heridos. Amnistía Internacional habló el viernes de más de un centenar.
Por su parte, el gobernador de Estambul, Hussein Avni Mutlu, dijo que 12 personas se hallaban hospitalizadas a última hora del viernes, incluyendo una mujer con una rotura craneal. Además, dijo que más de sesenta detenidos habían sido interrogados.
Más protestas el sábado
El sábado la policía volvió a chocar contra los manifestantes que trataban de alcanzar la Plaza de Taksim por segundo día consecutivo de manifestaciones anti-gubernamentales.
A primera hora del sábado y a pesar de la utilización de cañones de agua por parte de la policía, cientos de manifestantes que llevaban banderas turcas cruzaron el Puente del Bósforo hasta el lado europeo de la ciudad para alcanzar la principal plaza de la misma.
Algunos manifestantes lanzaron piedras a la policía y según la agencia Dogan, 81 de ellos fueron detenidos. Choques entre la policía y manifestantes también tuvieron lugar en el distrito de Besiktas.
En la capital, Ankara, cientos de manifestantes trataron de marchar hacia el Parlamento.
El sábado algunos comercios reabrieron tímidamente sus puertas. Sin embargo, las barricadas y el mobiliario urbano colocados en las calles impedían la circulación hacia la plaza y algunos puntos de acceso a la misma continuaban en poder de grupos de jóvenes con la cara tapada con pañuelos.
Washington preocupado
Por su parte y de forma excepcional, Washington ha pedido a su aliado turco que “respete las libertades públicas” y ha condenado la represión de la policía de Estambul contra las manifestaciones anti-gubernamentales.
“Estamos preocupados por el número de personas que resultaron heridas después de que la policía dispersara a los manifestantes en Estambul”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.