Dos buques rusos de la Flota del Mar Negro se unieron a finales de mayo a la nueva Flota Mediterránea rusa, dijo un portavoz de la Flota del Mar Negro rusa, Viacheslav Trujachiov.
Dos buques rusos de la Flota del Mar Negro se unieron a finales de mayo a la nueva Flota Mediterránea rusa, dijo un portavoz de la Flota del Mar Negro rusa, Viacheslav Trujachiov.
A finales de abril, el Ministerio de Defensa ruso dijo que Rusia había creado una fuerza naval en el Mediterráneo y enviado media docena de barcos de la Flota del Pacífico, incluyendo el enorme destructor Admiral Panteleyev, para unirse a ella. Estos buques partieron del puerto ruso de Vladivostok en el Extremo Oriente ruso hacia el Mediterráneo.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, dijo en marzo que una fuerza naval permanente en el Mediterráneo era necesaria para defender los intereses de Rusia en la región.
La Flota rusa en el Mediterráneo ha ganado fuerza tanto en lo que respecta a su número como a su capacidad. Ella ha recibido barcos de las flotas del Pacífico, el Norte, el Báltico y el Mar Negro. Según el almirante Vladimir Komoyedov, jefe del Comité de Defensa de la Duma (Parlamento), la Flota estará compuesta por diez buques de guerra y buques de apoyo.
Otras fuentes señalan también que dicha flota estará compuesta por submarinos dotados de misiles nucleares.
La Unión Soviética mantuvo su Quinto Escuadrón en el Mediterráneo desde 1967 hasta 1992 con el fin de contrarrestar a la 6ª Flota estadounidense en los tiempos de la Guerra Fría.
Según los expertos, la principal tarea de la nueva Flota del Mediterráneo, que tendrá su principal base de apoyo en el puerto sirio de Tartús, es mostrar un apoyo a Siria y disuadir a los países occidentales y a Turquía de llevar a cabo una agresión contra ese país.
Otros países como Chipre han mostrado también su disposición a permitir el atraque y avituallamiento de los barcos rusos en sus puertos.