El domingo 2 de Junio, cientos activistas franceses y belgas se manifestaron delante de la embajada de la entidad sionista en Bruselas para expresar su apoyo a Siria y a su presidente Bashar al Assad.
El domingo 2 de Junio, cientos activistas franceses y belgas se manifestaron delante de la embajada de la entidad sionista en Bruselas para expresar su apoyo a Siria y a su presidente Bashar al Assad.
Llevando banderas y efigies de Bashar y de Sayyed Hassan Nasralá, el secretario general de la Resistencia Islámica, unas 200 personas de Bélgica y Francia se reunieron para expresar su cólera después de los ataques repetidos de Israel contra las infraestructuras sirias.
Fue, en efecto, la primera vez que una manifestación de este tipo era autorizada, pero lo más destacado fue la presencia de Laurent Louis, diputado belga independiente y antisionista, cuyas intervenciones han sido ignoradas o censuradas por los medios.
Louis ocupó las portadas de varios medios cuando hizo estallar los escándalos de pedofilia que afectaban a su país desde hace varios años. Durante la intervención francesa en Mali, él fue el único diputado belga que se opuso a la misma. Hoy en día, él es un ferviente opositor a la entidad sionista y a la participación de su país en la crisis siria.
Tras quemar la bandera sionista, los activistas hicieron una ovación a Louis. Respondiendo a la invitación de los activistas, éste se dirigió a la multitud denunciando una Bélgica que “ha eliminado toda forma de libertad política y donde está prohibido defender una Siria libre”.
El próximo año, se esperan nuevas elecciones en Bélgica y el político sabe que sus meses en el seno del Parlamento están contados, pero eso no le desmotiva en absoluto, sino más bien al contrario. Él repite que su objetivo es el de despertar la conciencia de los belgas por todos los medios. Él dijo y repitió que su objetivo es “despertar, por todos los medios posibles, la conciencia de una población aturdida por un bombardeo de desinformación de todo tipo.”
De regreso a París, los activistas tenían un sabor de victoria. Además de los avances militares del ejército sirio ellos se mostraban satisfechos por esa primera acción de su movimiento en la que un diputado europeo participaba. En Francia ellos proseguirán su lucha en contra de la postura del gobierno francés, que es extremadamente hostil a Siria.