Un nuevo crimen brutal ha sido cometido por los militantes en Siria, pero esta vez no ha sido filmado, aunque sí recogido por diversas agencias y medios de todo el mundo.
Un nuevo crimen brutal ha sido cometido por los militantes en Siria, pero esta vez no ha sido filmado, aunque sí recogido por diversas agencias y medios de todo el mundo.
Un joven adolescente de 15 años, Mohammed Qattaa, fue llevado a un lugar donde fue golpeado y luego recibió dos disparos, uno en la boca y otro en la nuca, delante de sus padres, hermanos, hermanas y los habitantes del barrio donde vivía.
El crimen tuvo lugar en el barrio Shaar, al este de Alepo, ocupado por los grupos armados. Según Syria Truth, los autores de la ejecución pertenecen a una milicia próxima a los Hermanos Musulmanes, la Brigada Tauhid, la más importante de Alepo.
El muchacho vendía café y té a los viandantes. Sin embargo, él se enfrascó en una disputa con otro chico. Un informe sugiere que Qatta dijo a muchacho, que había insistido en conseguir café gratis: “Incluso si el Profeta Muhammad (PB) descendiera, no se lo daría gratis”.
Sin tardar, él fue detenido por los militantes, que consideraron tal declaración “blasfema”.
Por su parte, Rami Abdel Rahman, el jefe y aparentemente único miembro del Organismo Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, que alimenta a las agencias informativas con sus informes, intentó disculpar una vez más a los militantes sirios por este hecho y afirmó que “se trató probablemente de un grupo de yihadistas extranjeros. Ellos hablaban árabe clásico y no el dialecto sirio”.
Un precedente
Según el sitio Arabi-Pess, un crimen similar fue perpetrado por la misma milicia hace un mes contra otro adolescente de la misma edad en un barrio próximo a Shaar, el de Karam Maysar.
En dicho barrio, el muchacho había acusado e insultado a la milicia del Ejército Sirio Libre (ESL) por haber matado a su hermana y herido a otro miembro de su familia mediante el lanzamiento de obuses contra la vivienda donde residía. El cuerpo del joven fue encontrado acribillado a balazos.
Según Arabi-Press, los milicianos de la Brigada del Tauhid, liderados por un tal Ahmad Afach, rompieron los dedos del que difundió las imágenes del cadáver, pese a que trabajaba para un centro mediático de la oposición siria armada.