Un informe reciente afirma que el gobierno mexicano ha celebrado reuniones con un responsable israelí para pedirle asesoramiento para reprimir a los zapatistas en el estado sureño de Chiapas.
Un informe reciente afirma que el gobierno mexicano ha celebrado reuniones con un responsable israelí para pedirle asesoramiento para reprimir a los zapatistas en el estado sureño de Chiapas, señaló la publicación Global Research. Ésta desveló que un responsable de un ministerio israelí discutió con Jorge Llaven Abarca, secretario de Seguridad Pública en Chiapas, el tema de la coordinación militar con los israelíes que se encuentran en el estado.
En Chiapas actúa el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un movimiento integrado por combatientes indígenas mayas y sus seguidores.
Abarca dijo que él y el oficial israelí habían hablado sobre la coordinación de seguridad a nivel de la policía, las prisiones y el uso efectivo de la tecnología.
“Ésta puede ser la primera vez que el gobierno mexicano ha hecho pública la coordinación con los israelíes en Chiapas. Sin embargo, el acuerdo es sólo el último en la larga lista de intervenciones en la región de los israelíes, cuya industria que se nutre de la conquista y “pacificación” de Palestina”, dijeron los analistas Jimmy Johnson y Linda Quiquivix, que escribieron el informe.
Según el documento, el personal militar israelí entró discretamente en Chiapas durante el levantamiento zapatista de 1994 con el fin de “suministrar entrenamiento a los militares y policías mexicanos”.
El 1 de enero de 1994, insurgentes armados zapatistas dieron comienzo a una insurrección en Chiapas, tomando las localidades de Ocosingo, Las Margaritas, Huixtan, Oxchuc, Rancho Nuevo, Altamirano, Chanal y otras.
La insurrección ocurrió el mismo día en que entró en vigor el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, que agrupa a México, EEUU y Canadá.
El ejército mexicano lanzó luego una ofensiva en la que los zapatistas sufrieron graves bajas y se vieron obligados a retornar a la selva.
El 12 de enero de 1995 ambas partes acordaron un cese el fuego.
Los zapatistas tomaron su nombre de Emiliano Zapata, el reformador agrario y líder del Ejército de Liberación del Sur durante la Revolución Mexicana, y se ven a sí mismos como sus herederos ideológicos.