La Plaza Taksim ha sido testigo este martes por la mañana de un recrudecimiento de la violencia entre los manifestantes y las fuerzas de la policía turca.
La Plaza Taksim ha sido testigo este martes por la mañana de un recrudecimiento de la violencia entre los manifestantes y las fuerzas de la policía turca. Esta última ha intentado recuperar el control de la Plaza Taksim de Estambul de manos de los manifestantes, que exigen desde hace doce días la dimisión del primer ministro Recep Tayyip Erdogan.
Poco antes de las 8 de la mañana (hora local), la policía turca tomó el control por la fuerza de la emblemática plaza de la ciudad turca, expulsando a los centenares de manifestantes que habían pasado la noche allí y utilizando gran cantidad de gases lacrimógenos y cañones de agua.
Según los activistas que ocupaban la plaza, ellos se despertaron incrédulos por la intervención de las fuerzas del orden.
Inmediatamente, decenas de jóvenes con máscaras de gas hicieron su aparición detrás de las barricadas levantadas en las calles de los alrededores y respondieron lanzando piedras y cóckteles Molotov.
Los manifestantes lograron incendiar dos coches blindados equipados con cañones de agua y les obligaron a retroceder, según la cadena por satélite árabe Al Mayadin.
“Vamos a batirnos. Queremos la libertad. Somos los combatientes de la libertad,” declaró uno de los manifestantes.
Las fuerzas del orden habían abandonado la Plaza de Taksim el 1 de Junio tras 24 horas de violentos enfrentamientos con manifestantes que habían acudido a la Plaza para denunciar la brutalidad policial en el desalojo del Parque Gezi al alba del 31 de Mayo.