24-11-2024 06:58 PM Tiempo de Jerusalén

Los Iraníes Eligen a Su Nuevo Presidente

Los Iran&iacutees Eligen a Su Nuevo Presidente

El viernes tendrán lugar las elecciones presidenciales en Irán que se desarrollan en medio de un clima de desarrollo imparable de la República Islámica...

Un experto en temas iraníes

El viernes tendrán lugar las elecciones presidenciales en Irán que se desarrollan en medio de un clima de desarrollo imparable de la República Islámica, aunque con un trasfondo de continuas amenazas estadounidenses e israelíes de lanzar ataques militares contra el país. Las primeras imágenes de la televisión iraní mostró largas colas de electores en diferentes ciudades. Más de 50,5 millones de electores están llamados a las urnas para elegir a un sucesor para el presidente Mahmud Ahmadineyad. Cabe recordar que Ahmadineyad ha completado su segundo mandato y no puede ser reelegido conforme a la ley del país.

Por su parte, el Líder Supremo de la Revolución Islámica, Sayyed Ali Jamenei, acudió temprano a las urnas y pidió una participación masiva. “La prosperidad y el bienestar del país dependen de vuestra elección de la persona adecuada y vuestra participación en las elecciones”, señaló. “Los enemigos quieren disuadir a los electores para que se abstengan de votar”.

La agencia semioficial Fars publicó el 11 de Junio un sondeo que revelaba que ninguno de los candidatos obtendría más del 50% de los votos, por lo que habrá que realizar una segunda vuelta con los dos más votados el próximo 21 de Junio. Los candidatos Mohammad Baguir Galibaf y Said Yalili parecen, según ese mismo sondeo, los favoritos para pasar a esta segunda vuelta.

Perfil de los candidatos

Seis candidatos compiten en las elecciones después de la retirada de dos de los ocho candidatos que iniciaron la carrera electoral. Uno de estos últimos, Mohammad Reza Aref, retiró su candidatura con el fin de evitar lo que llamó la división del “voto reformista” y ofreció su respaldo a Hassan Ruhani, que ha sido también apoyado por dos ex presidentes, Akbar Hashemi Rafsanyani y Mohammed Jatami. En este sentido, cabe señalar que la corriente “reformista” se presenta unida en el apoyo a un solo candidato, frente a la llamada corriente “principalista”, a la que pertenecería el resto de candidatos.

Hassan Ruhani tiene un amplio historial político y ha sido miembro de la Asamblea de Expertos, el Consejo de Expediencia y el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. Él es el único clérigo que concurre en estas elecciones. Él jugó un papel importante durante la Revolución Islámica de Irán y ha desempeñado desde entonces importantes cargos en el seno de la Administración. Él fue consejero de Seguridad Nacional del presidente Rafsanyani y tuvo a su cargo en 2003 el dossier nuclear.

Otro candidato destacado es el actual negociador nuclear de Irán y jefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Said Yalili. Él aboga por mantener una actitud de resistencia frente a las sanciones promovidas por EEUU y rebajar la dependencia del petróleo. Yalili es visto como uno de los candidatos que cuenta con una sólida base ciudadana y una popularidad basada en parte en su participación en la guerra impuesta contra Iraq en la década de 1980 y su defensa de una actitud firme en política exterior.

Muchos consideran al actual alcalde de Teherán, Mohammad Baguir Galibaf, un antiguo jefe de la fuerza aérea del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, como favorito en estas elecciones dada la importancia que posee el gobierno de esta gran urbe, donde se concentra una buena parte de la población iraní. Cabe recordar que el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, fue igualmente alcalde de la ciudad.

Él ha propuesto desarrollar la economía de servicios y el sector de la tecnología de la información. También apoya el incremento de la independencia del Banco Central y el desarrollo de las zonas rurales. Él se ha ganado una popularidad gracias a sus medidas dirigidas a impulsar proyectos para reforzar la calidad de vida en Teherán, como el desarrollo parques. También ha expandido las líneas de metro y las autopistas en el área de la capital. Él disfruta del apoyo de muchos representantes de las clases medias y un carisma incontestable entre los jóvenes y las mujeres en particular.

Galibaf también se ha beneficiado del asesoramiento de su mujer, Zahra Sadat Moshiri, que fuera antigua profesora de Ciencias Sociales en la Universidad Sharif de Tecnología y que ha servido como consejera de temas de la mujer en la municipalidad de Teherán. Ella ha organizado muchas conferencias sobre temas de mujer.

Quizás el candidato más conocido en el exterior sea Ali Akbar Velayati, que fuera durante muchos años ministro de Relaciones Exteriores y desempeña ahora el cargo de asesor del Líder Supremo, Ali Jamenei. Él ha prometido ocuparse de la economía y del tema de las sanciones estadounidenses. Él se beneficia de una amplia experiencia en los temas de política exterior y se beneficia de un gran número de contactos en el exterior, fruto de su trayectoria al frente del citado departamento.

Mohsen Rezai fue antiguo jefe de los Guardianes de la Revolución y es actual secretario del Consejo de Expediencia, que media entre el Parlamento de Irán y el Consejo de los Guardianes. Él aboga por la renovación de la industria iraní y el desarrollo del sector agrícola y ha prometido luchar para erradicar la pobreza. En temas culturales, considera importante transmitir la cultura de la defensa sagrada (en la guerra contra Iraq) a la tercera generación desde la revolución. En lo que se refiere a la política exterior, él ha subrayado la importancia de que Irán desarrolle una especial relación con los estados de la región.

Con sus 72 años, Mohammad Garazi es el candidato más veterano de los seis. Él fue ministro de Petróleo en la década de 1980 y posteriormente fue ministro de Correos y Telecomunicaciones. Sus propuestas económicas se basan fundamentalmente en la lucha contra el desempleo y la inflación.

Injerencia estadounidense

Por su parte, la Administración Obama ha intensificado la presión sobre Irán en el período de la campaña electoral, anunciando la pasada semana nuevas sanciones contra la moneda iraní y la industria automovilística del país. Estas sanciones han venido acompañadas de amenazas del uso de la fuerza contra las instalaciones nucleares de Irán. Todo esto ha estado basado en acusaciones sin fundamento de que Irán busca fabricar armas nucleares.

Como ocurrió en 2009, Washington ha estado implicado en operaciones dirigidas a perturbar las elecciones iraníes. Cabe señalar que Irán es el país del mundo más sometido a las operaciones de espionaje de la NSA, que ha recogido 14.000 millones de datos de inteligencia de Irán, de un total de 97.000 millones a nivel global.

Al mismo tiempo, Washington ha suavizado las exportaciones de algunos equipos y programas informáticos a Irán, calculando que esto podría llevar a la creación de algún tipo de movimiento anti-gubernamental.

Incluso antes de que las elecciones fueran celebradas, la subsecretaria de Estado Wendy Sherman dejó claro que EEUU tenía la intención de cuestionar el resultado. Ella calificó el proceso electoral de “injusto y no representativo” en una sesión del Senado la pasada semana.

Frente a estos intentos estadounidenses de deslegitimar las elecciones, todos los líderes iraníes, comenzando por el Líder Supremo y otros altos dignatarios religiosos, han pedido una participación masiva en los comicios. Según las encuestas se espera que la participación sea superior al 60% de los 50,5 millones de electores.

Economía y política exterior

El asunto central de la campaña es como mejorar la economía, que hace frente a unas sofocantes sanciones estadounidenses. Para ello, los candidatos abogan por mejorar la gestión y la eficiencia de la economía.

En lo que se refiere a la política exterior, los candidatos no han anunciado cambios mayores en los temas internacionales y regionales. Todos están de acuerdo en los principios que determinan la política exterior de Irán, es decir, una política independiente y autónoma que garantice los intereses y derechos nacionales, basada en la buena vecindad y una cooperación reforzada con todos los pueblos. Todos los candidatos son perfectamente conscientes de la fuerza y la capacidad de Irán y su impacto en el mundo hoy. Se trata, pues, de definir una metodología más eficaz para el desarrollo de los vínculos internacionales y regionales.

Todos los candidatos defienden los derechos del país a desarrollar un programa nuclear pacífico en base al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), incluyendo el enriquecimiento de uranio. En realidad, los iraníes son conscientes de que son EEUU y sus aliados occidentales los que se han negado a realizar ofertas serias sobre el levantamiento o la suavización de sanciones en respuesta a las ofertas iraníes de limitar el enriquecimiento de uranio y aumentar la cooperación con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).