El presidente egipcio, Mohammed Mursi, está asustado. El 30 de Junio, la fecha fijada por los activistas de la oposición para derrocar su régimen, se acerca.
El presidente egipcio, Mohammed Mursi, está asustado. El 30 de Junio, la fecha fijada por los activistas de la oposición para derrocar su régimen, se acerca. Su personal está planeando medidas de seguridad sin precedentes. Ha comenzado a desplegar instrumentos para bloquear las comunicaciones y colocado restricciones en Internet e incluso ha equipado al Palacio Presidencial con las últimas tecnologías para retransmitir las declaraciones presidenciales.
Fuentes anónimas de la Guardia Republicana egipcia han dicho a Al Ajbar que el presidente ha pedido que todo el personal del Palacio Presidencial esté disponible el 30 de Junio. Se ha ordenado que se suspendan temporalmente permisos y vacaciones para el mismo. Su caravana de seguridad se ha expandido hasta los 30 vehículos, en cada uno de los cuales viajan cinco oficiales.
La Guardia Republicana ha recibido instrucciones para ejercer la contención y emplear sólo cañones de agua para dispersar a las multitudes que se aproximen al Palacio Presidencial ese día. Si los cañones de agua no funcionan, se emplearán balas de goma. Si los acontecimientos van a más, entonces la munición real se convertirá en una opción.
La última reunión entre Mursi y el jefe de la Guardia Republicana, según las mismas fuentes, fue tensa. El presidente reprendió a este último por la indulgencia mostrada por sus oficiales en lo que respecta a hacer frente a los manifestantes durante los primeros enfrentamientos sangrientos fuera del palacio presidencial de Ittihadiya.
El antiguo miembro de los Hermanos Musulmanes, Zarwat al-Jerbawi, dijo que las fuertes medidas de seguridad alrededor de los palacios presidenciales y las dos residencias del presidente en Tagamu Jamis, en las afueras de El Cairo y Zagazig, no son más que una distracción. Él cree que Mursi probablemente viajará al extranjero, ya sea a Sudán o a otro país árabe ese día.
Mursi se encuentra en un estado de pánico, según el experto en seguridad Mahmud Qutri, porque un grupo de funcionarios del Ministerio del Interior, que comprende a agentes de policía, declaró durante una conferencia de prensa en Dar al-Diyafa que se uniría a las protestas del 30 de Junio. Los funcionarios hicieron hincapié en que no están dispuestos a ser utilizados como una herramienta del régimen.
La razón detrás de este cambio radical en la actitud de la policía egipcia, según Qutri, son los asaltos violentos de grupos extremistas salafistas, que se ha cobrado las vidas de sus colegas en el Sinaí y Alejandría.
Al Akhbar