La política de sanciones occidentales contra Irán sufrió el miércoles un grave revés cuando el Tribunal Supremo británico desautorizó las medidas tomadas por Londres contra el mayor banco privado iraní.
La política de sanciones occidentales contra Irán sufrió el miércoles un grave revés cuando el Tribunal Supremo británico desautorizó las medidas tomadas por Londres contra el mayor banco privado iraní, el Mellat, bajo el pretexto de que estaba vinculado al programa nuclear de Teherán.
En enero último, el Tribunal de la Unión Europea anuló las sanciones adoptadas en julio de 2010 por la UE contra el Mellat estimando que los europeos no habían podido demostrar los vínculos entre el banco y el programa nuclear de Irán.
Los gobiernos de los países de la UE han apelado la decisión y esperan la decisión firme del Tribunal de Justicia Europeo. Las actividades del Mellat continúan suspendidas en Europa en la espera del fallo.
Un portavoz del banco ha declarado, sin embargo, que el Mellat reclamará a Londres daños y perjuicios que podrían “superar los 500 millones de libras (más de 583 millones de euros)”.
El juez del Tribunal Supremo británico, Jonathan Sumption, ha estimado que el gobierno de Londres había tomado una decisión “arbitraria”, “irracional” y “desproporcionada” al imponer sanciones contra el banco privado iraní.
El gobierno británico mostró, por su parte, su “decepción” tras la publicación de esta sentencia que, precisó un portavoz, va a ser objeto de un examen profundo a fin de estudiar las consecuencias que conlleva para la política de sanciones.
Unas 50 demandas comparables a la del Banco Mellat han sido interpuestas ante la jurisdicción europea.
