Militantes salafistas han matado al menos a 15 soldados libaneses y herido a 40 en el suburbio de Abra, al este de la ciudad sureña de Sidón, en choques entre militantes de un grupo salafista y el Ejército libanés.

Militantes salafistas han matado al menos a 15 soldados libaneses y herido a 40 en el suburbio de Abra, al este de la ciudad sureña de Sidón, en choques entre militantes de un grupo salafista y el Ejército libanés.

La lucha entre los dos lados continuó el lunes por la mañana cuando las fuerzas de seguridad libanesas lograron rodear a los seguidores del militante radical salafista Sheij Ahmed el Assir (apoyado por Qatar y Arabia Saudí), que estaban sitiados en una mezquita.

Los combates comenzaron después de que los seguidores de Assir llevaran a cabo un ataque contra un punto de control militar en la ciudad portuaria el domingo.

Según la agencia oficial, el Ejército libanés ha tomado el control del cuartel general de Assir y persigue a este último y a sus milicianos, entre los que hay muchos extranjeros. Unos 30 militantes, la mayoría de ellos de nacionalidad siria, han muerto, según la cadena panárabe Al Mayadin.

Los combates han dejado también decenas de personas heridas.

Según el sitio libanés An Nashra y Russia Today, el propio Assir habría resultado gravemente herido durante los enfrentamientos. Una fuente de seguridad citada por la cadena Al Yadid indicó que el Ejército no pondrá fin a las operaciones antes del arresto de Ahmad al Assir.

Según los testigos, citados en los medios locales, los sonidos de ametralladoras y el fuego de cohetes hizo temblar a Sidón, situada a unos 40 kms al sur de Beirut, generando el pánico entre los residentes.

El Ejército libanés culpó de la violencia a los militantes leales a Assir, que ha apoyado frecuentemente a los terroristas takfiris en Siria y expresado su ira por el papel de apoyo que Hezbolá juega a favor del gobierno sirio.

Otro clérigo en Sidón, Imam Mahir Hamud, ha insistido en que Assir había prometido anteriormente una represalia por la reciente victoria del Ejército sirio en Al Qussair, cerca de la frontera libanesa. El Ejército sirio fue respaldado por el movimiento de resistencia Hezbolá.

Tras los episodios de violencia en la ciudad portuaria, el presidente libanés, Michel Suleiman, convocó a todos los ministros y jefes de seguridad a un encuentro el domingo. En él, Suleiman declaró que el Ejército tenía plena libertad para responder a los agresores y detenerlos para mantener la calma.

Por su parte, los militantes salafistas o takfiris que luchan en Siria han sido culpados por un número creciente de ataques con cohetes contra el territorio libanés.