Miles de saudíes han participado en una manifestación en la región oriental de Qatif para expresar su solidaridad con los presos políticos y contra el gobernante régimen absolutista de los Al Saúd.
Miles de saudíes han participado en una manifestación en la región oriental de Qatif para expresar su solidaridad con los presos políticos y contra el gobernante régimen absolutista de los Al Saúd.
El jueves una manifestación pidió a las autoridades saudíes que liberaran a los activistas de la oposición encarcelados y a los presos de conciencia, incluyendo al prominente clérigo shií Sheij Nimr al Nimr, que ha estado en detención durante meses sin juicio.
Los manifestantes denunciaron la brutal represión del régimen de los Al Saúd contra las manifestaciones y cantaron eslóganes en contra de la familia real.
La protesta tuvo lugar un día después de que se celebraran dos funerales, con una concurrencia de decenas de miles de personas, en la ciudad de Awamiyah y en la región de Qatif por dos activistas muertos por las fuerzas del régimen.
El 21 de junio, las fuerzas del régimen mataron a un joven de 19 años durante un asalto contra las viviendas de activistas anti-régimen en la localidad de Al Tubi, en Qatif. El joven recibió un disparo en la cabeza y otro en el hombro.
El 23 de junio, la policía saudí abrió fuego e hirió seriamente a Morsi Ali Ibrahim al Rabah cuando intentaba arrestarle como sospechoso de estar implicado en protestas contra el régimen. Rabah, que estaba en una lista de 23 activistas buscados en relación con las protestas en Awamiyah, murió más debido a sus heridas en el hospital. Él fue la víctima número 18 de la represión saudí contra los manifestantes en Qatif desde el inicio de las protestas en febrero de 2011.
Más de 40.000 presos políticos, en su mayoría presos de conciencia, están en las cárceles de Arabia Saudí. Recientemente, 120 de ellos han iniciado una huelga de hambre para denunciar su situación.
Según los activistas, la mayor parte de los presos políticos están detenidos sin juicio ni cargos presentados contra ellos y han sido arrestados por meras sospechas.
Algunos de los detenidos han estado retenidos sin juicio durante más de 16 años. Los intentos de incitar a la opinión pública contra el régimen y la lealtad a países extranjeros son normalmente las acusaciones que se lanzan contra los disidentes.
Los familiares de los presos han estado celebrando manifestaciones en las principales ciudades, incluyendo Riad, Meca, Medina y Buraidah.
En Arabia Saudí, las protestas y encuentros políticos de todo tipo están prohibidos. Según Human Rights Watch, el régimen saudí “reprime rutinariamente las expresiones críticas del gobierno”.