El presidente egipcio, Mohammed Mursi, detenido el miércoles por el Ejército, ha sido trasladado el jueves al alba al Ministerio de Defensa.

El presidente egipcio, Mohammed Mursi, detenido el miércoles por el Ejército, ha sido trasladado el jueves al alba al Ministerio de Defensa, mientras que su equipo quedó confinado en un edificio militar algunas horas antes de la toma de posesión de su reemplazo interino, que abrirá la vía a una delicada transición

La detención del presidente democráticamente elegido de Egipto y sus próximos es la última etapa de una serie de medidas de las fuerzas de seguridad que han recibido en las últimas horas 300 órdenes de arrestos contra miembros de la organización, incluyendo sus altos dirigentes.

Un alto funcionario militar confirmó a AFP que el Ejército había detenido al ex jefe de Estado “preventivamente”, dando a entender que él podría ser procesado junto con varios líderes de los Hermanos Musulmanes, como el Guía Supremo de la cofradía, Mohammed Badi, y su número 2, Jairat al-Shatir, a los que se ha prohibido salir del país. Ellos están siendo objeto de una investigación sobre su fuga de la cárcel en 2011 junto con otros 33 miembros de los Hermanos Musulmanes.

Además, las fuentes de seguridad dijeron que el jefe del Partido de la Justicia y la Libertad, el brazo político de los Hermanos Musulmanes, Saad al-Katatni, y el adjunto del Guía Supremo de la cofradía, Rashid Bayoumi, fueron igualmente arrestados.

Los militares han clausurado además la cadena de televisión de los Hermanos Musulmanes.