El Ejército egipcio expulsó del poder el miércoles por la tarde al presidente Mohammed Mursi y le reemplazó por el presidente del Consejo Constitucional hasta la celebración de unas elecciones presidenciales anticipadas.
El Ejército egipcio expulsó del poder el miércoles por la tarde al presidente Mohammed Mursi y le reemplazó por el presidente del Consejo Constitucional hasta la celebración de unas elecciones presidenciales anticipadas.
Por otro lado, la Constitución ha quedado suspendida, dijo el jefe del Ejército, general Abdel Fattah al Sisi, en un discurso televisado.
Este anuncio provocó una explosión de alegría de los opositores a Morsi en todo el país.
“Se formará un comité encargado de examinar las enmiendas constitucionales propuestas”, continuó el general Sisi.
Apoyo religioso
La decisión del Ejército ha sido apoyada por el Sheij de Al Azhar, Sheij Ahmad Tayyib, por el líder religioso de los coptos, Zawadros II, así como por Mohammed elBaradei, que representaba al movimiento de protesta contra Mursi bautizado como Tamarrod (rebelión). Incluso el partido salafista An Nur, que fue el principal aliado de los Hermanos Musulmanes en el Parlamento, parece haber abandonado a Mursi.
Mursi: es un golpe de estado completo
“Las medidas anunciadas por el jefe de las Fuerzas Armadas representan un golpe de estado completo, rechazado categóricamente por todos los hombres libres de nuestro país”, declaró Mursi en Twitter.
Uno de los asesores de Mursi declaró, por su parte, a AFP que el depuesto presidente llamaría a los egipcios a “resistir pacíficamente a este golpe de estado, como él mismo ha hecho”.
“Lo que ellos han hecho es ilegal. Ellos no tenían ninguna autorización parta hacerlo”, añadió.