El principal partido de la oposición en Bahrein ha señalado que el gobierno está llevando a cabo una campaña de venganza y purgas en contra de aquellos que protestan contra el régimen

El principal partido de la oposición en Bahrein ha señalado que el gobierno está llevando a cabo una campaña de venganza y purgas en contra de aquellos que protestan contra el régimen y ha advertido de una airada respuesta popular a esta represión.

Al Wifaq advirtió el miércoles que la ira de la oposición, mayoritaria en el país, “podría explotar” si el régimen no pone fin a su represión violenta contra la población, señaló Reuters.

Él dijo además que no existe ninguna garantía de que el pueblo mantenga una actitud pacífica porque muchos ven como sus hermanos o hermanas son detenidos o expulsados de sus empleos.

También culpó al régimen de Bahrein por lo que describió como campaña dirigida a expulsar a los miembros de la oposición de los empleos estatales.

La reacción de la oposición se produce en un momento en el que Manamá, respaldada por los ejércitos de Arabia Sauí y otros países del Golfo Pérsico, continúa su brutal represión contra los manifestantes antigubernamentales.

“¿Cuánto tiempo más podemos continuar así? Decimos cada día: sed pacíficos, sed pacíficos, sed pacíficos... pero ¿cuánto tiempo más los jóvenes nos escucharán?”, dijo el secretario general de Al Wifaq, Sheij Ali Salman.

“Nadie puede dar una garantía de que el movimiento continuará actuando de esta forma y la ira de los jóvenes no explote de una forma diferente,” dijo en la sede del partido en Manamá.

Los informes indican que las fuerzas de seguridad han atacado casas en la isla oriental de Sitra, disparando balas de goma contra los residentes, incluyendo niños.

Los analistas culpan a la comunidad internacional por la falta de medidas adecuadas contra el régimen de la familia real Al Jalifa.

Más de dos meses después del levantamiento popular en el diminuto país del Golfo Pérsico, el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ha pedido al régimen de Bahrein que inicie conversaciones con la oposición, pero no ha condenado la intervención militar extranjera, principalmente saudí, en el país.