El gobierno israelí está listo a aprobar hoy la construcción de 1.071 viviendas en los ilegales asentamientos en la Cisjordania, dijo la organización no gubernamental pacifista Shalom Ajshav (Paz Ahora, en hebreo).
El gobierno israelí está listo a aprobar hoy la construcción de 1.071 viviendas en los ilegales asentamientos en la Cisjordania, dijo la organización no gubernamental pacifista Shalom Ajshav (Paz Ahora, en hebreo).
De las nuevas viviendas, 339 serán erigidas en los asentamiento de Galgal y Almog, en el Valle del Jordán; y las restantes en el asentamiento de Kfar Adumim, al noreste de la ciudad de Jerusalén (Al Quds) así como en los de Kochav Yaacov y Shilo, próximos a Ramalá, donde esta la sede provisional del Gobierno palestino.
En las últimas semanas las autoridades palestinas han denunciado actos de vandalismo de los residentes en esos asentamientos contra templos musulmanes y cristianos, agresiones contra la población autóctona y destrucción de sembrados de olivos.
La luz verde incluye el inicio de la fabricación de 732 casas en Modiin Ilit, el mayor asentamiento en la Cisjordania, en el cual residen unos 58.000 colonos judíos ultraortodoxos.
El anuncio sigue en apenas horas a la llegada a Jordania del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en gestiones para reanudar las negociaciones de paz, y a pocas horas de la entrada en vigor de una directiva de la Unión Europea que prohíbe a sus miembros tener relaciones económicas y financieras con esos asentamientos.
Kerry se entrevistó anoche con el primer ministro jordano, Nasser Judeh, y cenó en privado con el presidente palestino, Mahmud Abbas, sin que hayan trascendido los temas que trataron.
A principios de esta semana palestinos y pacifistas israelíes chocaron con la Policía en varias ciudades durante protestas por el programado desalojo de hasta 50.000 beduinos de sus tierras ancestrales en el desierto de Neguev.
Las construcciones israelíes y el asentamiento de poblaciones en territorios ocupados por la fuerza militar constituyen crímenes de guerra a la luz de la legislación internacional vigente, incluyendo las Convenciones de Ginebra y las resoluciones de la ONU.
El Gobierno de Palestina condiciona el reinicio de las conversaciones con Israel al congelamiento de las expropiaciones de tierra en los territorios ocupados y algunos de sus componentes se muestran escépticos por el resultado de las gestiones de Kerry.