Miles de propietarios de establecimientos y empleados se manifestaron en Estambul el domingo para denunciar la prohibición de la municipalidad de colocar asientos en los espacios públicos.

Miles de propietarios de establecimientos y empleados se manifestaron en Estambul el domingo para denunciar la prohibición de la municipalidad de colocar asientos en los espacios públicos. El día anterior se produjeron choques entre manifestantes y la policía en el Parque de Gezi, cerca de la Plaza de Taksim, en la ciudad.

Estas manifestaciones siguieron a varias otras habidas en las pasadas dos semanas en decenas de ciudades del país. La policía, por su parte, ha arrestado a decenas de activistas que habían organizado las protestas. Todo ello demuestra que el movimiento de protestas en Turquía sigue vivo.

Este clima conflictivo y la represión de las manifestaciones ha llevado al Partido Justicia y Desarrollo (AKP) a perder un 10% de intención de voto mientras que la oposición ha visto crecer su apoyo.

La organización política perteneciente al primer ministro Recep Tayip Erdogan disfruta ahora del apoyo de 44,1% del electorado, mientras que el año pasado esa cifra se situaba en el 53,2%, según un sondeo realizado por la compañía Sonar Research entre el 8 y el 16 de julio en una muestra de 3.000 personas.

Esta cifra, al ser comparada con los resultados de las elecciones pasadas, en las el AKP consiguió el 49,8% de los sufragios, da cuenta de una pérdida de seis puntos. La encuestadora señala que las protestas, seguidas por represión brutal de la policía turca, representan la causa del declive en la popularidad de Erdogan y su partido.

Los resultados de la encuesta, que fueron publicados en el diario turco Hurriyet, muestran también que el respaldo al Partido Republicano Popular (CHP), la principal fuerza de la oposición, ha crecido hasta el 28,2%, mientras que el Movimiento de Acción Nacionalista (MHP) disfruta del 16,3% del apoyo electoral.

Estas manifestaciones han dejado un balance de seis muertos, entre ellos cinco civiles y un agente de la Policía. Como consecuencia de la represión policial cerca de 8.000 personas han resultado heridas mientras que varios centenares más continúan detenidas.