El jefe de la UNIFIL general Paolo Sierra, está profundamente inquieto tras la decisión de la Unión Europea de inscribir a la rama militar de Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas.
El jefe de la UNIFIL (la fuerza de Cascos Azules de la ONU en el Sur del Líbano, integrada predominantemente por países europeos), general Paolo Sierra, está profundamente inquieto tras la decisión de la Unión Europea de inscribir a la “rama militar” de Hezbolá en la lista de organizaciones terroristas. A pesar de las garantías dadas por el director de la Seguridad General libanesa, Abbas Ibrahim, que ha visitado recientemente a Sierra en Naqura, los temores subsisten por tres razones:
1 – Según algunas fuentes, Hezbolá ha decidido suspender toda cooperación de seguridad con los casos azules, lo que pone a la región en una situación problemática. Los responsables de seguridad de la UNIFIL saben que el Sur del Líbano es una jungla en el terreno de la seguridad. Anteriormente, la colaboración con Hezbolá servía para proteger a la UNIFIL de los ataques de terceros actores, pero esto ya no tiene lugar.
2 – En segundo lugar, la UNIFIL ha sido testigo de la cólera de los habitantes del Sur del Líbano por la decisión de la UE. Cabe recordar que en el Sur del Líbano, los residentes son al mismo tiempo civiles y combatientes porque todos ellos están dispuestos a resistir con las armas una posible agresión sionista que parta del otro lado de la frontera y esto hace que muchos se consideren blancos directos de la decisión europea. Como respuesta a esta hostilidad, la UNIFIL ha reducido el número de patrullas en la región y ha dejado de visitar comercios y mercados de la zona por temor a incidentes.
3 – En tercer lugar, informaciones llegadas a los servicios de seguridad libaneses y europeos hablan de la intención de organizaciones palestinas hostiles al retorno a las negociaciones con Israel de lanzar cohetes contra el Estado sionista desde el Sur del Líbano. Estas informaciones han sido intercambiadas entre el Estado libanés y el jefe de la UNIFIL. Las capitales occidentales han sido igualmente prevenidas.
El gobierno de Francia ha informado a su contingente desplegado en el Sur que órdenes habrían llegado también a grupos salafistas de un campo palestino en la región de lanzar ataques contra los cascos azules, en especial contra las unidades francesas y contra los centros culturales franceses, y, en segundo lugar, contra las fuerzas italianas y de otros países europeos. El propósito sería echar la culpa de tales acciones a Hezbolá. Informaciones contrastadas señalan que Francia habría enviado una advertencia a los países árabes que puedan tener una relación indirecta con estos grupos y ha pedido a sus tropas que ejerzan una gran vigilancia y refuercen su capacidad de escucha y alerta.