Los partidarios del expresidente derrocado de Egipto, Mohamed Mursi, marchan este viernes rumbo a los cuarteles militares claves en la capital, El Cairo, para manifestar su apoyo al ex presidente.
Los partidarios del expresidente derrocado de Egipto, Mohamed Mursi, marchan este viernes rumbo a los cuarteles militares claves en la capital, El Cairo, para manifestar su apoyo al ex presidente y en contra del “golpe de estado”.
Ante esta situación las fuerzas armadas de Egipto erigieron alambradas y barreras alrededor de los cuarteles donde se encuentra el ex mandatario Mursi y desplegaron vehículos blindados y soldados para evitar el paso de los manifestantes, según informaron algunos testigos.
Las fuerzas armadas dijeron en un comunicado oficial que estaban asegurando la zona y negaron presuntas informaciones de que estuvieran atacando a los partidarios de Mursi, al tiempo que afirmaron: “El Ejército de Egipto pertenece a todos los egipcios”.
Egipto se encuentra sumergido en una grave crisis política luego que el pasado 3 de julio las Fuerzas Armadas de esa nación protagonizaran un golpe de estado contra Mohamed Mursi, elegido democráticamente tras la caída de la dictadura de Mubarak; y en su lugar fue designado el ex presidente del Tribunal Constitucional Adli Mansur.
Recientemente el gobierno de facto de Egipto, liderado por Mansur, ordenó a las fuerzas militares del país acabar con las acampadas y concentraciones de los partidarios de expresidente en la capital de El Cairo, tras considerar que representaban un “peligro para la seguridad nacional y la paz social”.
Por su parte la ministra de Información, Dorreya Sharafedin, dijo, tras una reunión del Ejecutivo, que la decisión fue tomada basándose en “la gran autorización del pueblo a las fuerzas armadas para que afronten el terrorismo y la violencia”.
La medida adoptada por el gobierno de facto representa la posibilidad de un mayor derramamiento de sangre. La comunidad internacional critica al gobierno interino de El Cairo por el uso de la fuerza y de las armas de fuego reales contra concentraciones populares pacíficas.