El canciller ruso urgió a seguir el camino signado por el diálogo y no a amenazas o a ultimátums y dijo estar absolutamente de acuerdo con la postura del nuevo presidente Hasan Rohani.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, urgió a seguir el camino signado por el diálogo y no a amenazas o a ultimátums que pretende hacer el gobierno de EEUU con relación al programa nuclear iraní y dijo estar “absolutamente de acuerdo” con la postura del nuevo presidente, Hasan Rohani, a una solución pacífica para el programa de energía nuclear.
El jefe de la diplomacia rusa durante su visita a Italia afirmó que “Ahora es clave apoyar el enfoque constructivo de las autoridades iraníes” en relación a las cuestiones sobre el programa nuclear con fines pacíficos que ejecuta.
“Ahora es el momento para un acercamiento constructivo, no es algo que agrade a todos, a muchos les gustaría seguir su propia agenda que por lo general no incluye aclarar de qué trata el programa nuclear iraní”, sostuvo el ministro cuestionando las posturas que no buscan dialogar sobre los verdaderos fines del programa que desarrolla Irán.
Lavrov destacó que las verdaderas intenciones van encaminadas a “cambiar el régimen en ese país y ahora que hay un nuevo gobierno, propuestas de nuevas sanciones unilaterales surgen para estrangular económica y financieramente a Irán. Creo que eso es contraproducente”.
EEUU, Israel y la Unión Europea (UE) acusan a Irán de desarrollar tecnología nuclear con fines bélicos, y por ello imponen sanciones contra el Gobierno de Teherán.
Irán como Estado miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y signatario del Tratado de No Proliferación (TNP) tiene el derecho de desarrollar tecnología nuclear con fines pacíficos.
Sin embargo, tanto Israel como EEUU han estado involucrados con el uso y desarrollo de armas nucleares. Israel, incluso, posee un número no declarado de ojivas nucleares y, a diferencia de Teherán, no ha firmado el TNP.
Por su parte, EEUU ha desarrollado armas nucleares y es el único país en el mundo que ha hecho uso de éstas contra la población civil, bombardeando las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, a finales de la Segunda Guerra Mundial. También se ha negado a firmar algún protocolo de desarme.
Durante su investidura, el nuevo mandatario de Irán, Hasan Rohani, afirmó que su gobierno trabajará para "levantar las injustas sanciones" adoptadas por los países occidentales contra su país.
De igual forma propuso un "entendimiento constructivo" para lograr suspender las sanciones económicas occidentales aplicadas a Irán por su programa nuclear.