El diario británico “The Guardian” ha señalado que la crisis en Siria ha puesto de manifiesto la hipocresía de las potencias occidentales.

El diario británico “The Guardian” ha señalado que la crisis en Siria ha puesto de manifiesto la hipocresía de las potencias occidentales, que no se atreven a decir la verdad por temor a enojar a sus aliados, como Arabia Saudí o Qatar, y afirmó que la crisis en Siria se ha convertido en una guerra librada por muchas partes y fuerzas a las que no interesa para nada el sufrimiento del pueblo sirio.

En un artículo del periodista Antony Loewenstein, publicado el miércoles, se dice que “entre estas potencias se encuentra EEUU y Australia. El canciller de esa última, Bob Carr, ha repetido el mismo discurso oficial estadounidense en declaraciones que fueron muy criticadas porque ignoraron la realidad de que EEUU y sus aliados, Arabia Saudí y Qatar, apoyan a los extremistas en Siria con el fin de derrocar a uno de los aliados de Irán en la región.

El rotativo británico señaló que “si el gobierno australiano estuviera preocupado por el terrorismo, debería detener su apoyo a ese mismo terrorismo en Siria”, apuntado a la participación de cientos de australianos en la lucha en Siria al lado de los grupos extremistas. Él señaló también que los australianos implicados en la guerra en Siria han provocado tensiones entre sunníes y shiíes a las calles de Sydney y otras ciudades de Australia.

“Funcionarios estadounidenses han confirmado que Siria se ha convertido en un destino para los extremistas y algunos de los llamados “yihadistas” de Europa. Estos últimos dijeron al diario estadounidense “Foreign Policy”, que están comprometidos con el establecimiento de un estado extremista en Siria”, destacó Loewenstein, que también recuerda que Al Qaida está ahora incrementando su poder en el país y que el número de decapitaciones y otros actos de extrema violencia sectaria perpetrados por esos grupos contra las minorías religiosas en el país se están incrementando.

Asimismo, “The Guardian” citó a uno de los “yihadistas extremistas” llamado Abu Salman, que dijo que “EEUU da armas a los peores grupos. Éstos operan dentro del Ejército Libre Sirio, pero no luchan por la democracia, sino sólo por dinero”.

Los funcionarios de lucha antiterrorista estadounidenses estiman que el número de combatientes extranjeros de las organizaciones “yihadistas”, que efectúan atentados suicidas con coche-bomba, asciende a más de 6.000, y señalan que esos combatientes afluyen a Siria en número muy superior al que fue a Iraq durante el apogeo de la insurgencia en contra de las tropas estadounidenses.