"Los dos bombas eran nuevas. No eran minas o restos dejados por el Ejército israelí."
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, reveló el miércoles que los dos artefactos explosivos que alcanzaron a la fuerza militar israelí que invadió el Sur del Líbano a través de la región de Labbuné, formaron parte de una “operación consciente” de la Resistencia.
“Los dos bombas eran nuevas. No eran minas o restos dejados por el Ejército israelí. La primera explotó al paso de la fuerza especial israelí. Cuando una segunda fuerza intervino para apoyar a la primera, la segunda bomba explotó”, dijo Sayyed Nasralá.
“La segunda fuerza fue golpeada directamente”, señaló afirmando que “los israelíes han tratado de restar importancia al incidente, así como algunos libaneses. La historia dice que dos fuerzas israelíes entraron en el territorio libanés a través del territorio de Labbuné. Esta área se halla, en particular, bajo la vigilancia de los combatientes de la Resistencia y tuvimos información previa que señalaba que los israelíes iban a entrar en ella. Así pues, colocamos bombas y las hicimos explotar cuando los soldados sionistas vinieron”.
Durante una entrevista exclusiva con la cadena de televisión Al Mayadin, transmitida en directo por el Canal de Al Manar, Sayyed Nasralá desveló hechos de gran importancia de la Guerra de Julio de 2006, cuando la entidad sionista lanzó una agresión contra el Líbano. Sayyed Nasralá señaló que “la violación de la soberanía libanesa por parte del Ejército israelí en Labbuné no fue la primera. Es gracioso que después de 65 años de experiencia con los israelíes, algunos en el Líbano confíen en la ONU para detener a Israel”.
El secretario general de Hezbolá declaró que “empezamos recientemente a ver las violaciones operacionales israelíes en la frontera, que van dirigidas contra la Resistencia y el pueblo del Líbano. El incidente de Labbuné no será el último y no toleraremos ninguna violación de nuestro territorio. Les haremos frente de la forma más adecuada cada vez que veamos que los israelíes han entrado en él. No aceptaremos esas violaciones terrestres. Haremos frente a los israelíes en cualquier lugar del Líbano en el que penetren. No les dejaremos entrar”.
Respondiendo a una pregunta sobre el silencio de varios grupos políticos libaneses sobre la violación israelí de las fronteras y la Resolución 1701 de la ONU, Su Eminencia indicó que “esto no es sorprendente ya que algunas fuerzas en el Líbano no consideran a Israel un enemigo”. Él describió también la petición del presidente libanés, Michel Suleiman, de plantear una queja a la ONU como “una posición débil”.
“Nosotros no aceptamos a que la comunidad internacional ponga en el mismo plano al verdugo y la víctima y condene a Israel y a nosotros. Es nuestro derecho el no permanecer con los brazos cruzados después de cada violación de nuestro territorio. Esas violaciones israelíes son operacionales y tienen objetivos operacionales que no pueden ser tolerados”, explicó, añadiendo que “los israelíes se vieron sorprendidos por la cantidad de información de que disponíamos, como se vio claramente”.
Sayyed Nasralá subrayó que “ellos no nos dejarán en paz” mientras la Resistencia se adhiera a la causa central de la umma (nación islámica), es decir la de Palestina, y esté comprometida en proteger al Líbano y defender su soberanía. El mayor problema de EEUU y Occidente, e incluso de la mayor parte de los regímenes árabes, con respecto a nosotros es que somos un movimiento de resistencia. El problema no tiene que ver con asuntos domésticos”.
Él también reveló que “algunos han estado siempre ofreciéndonos el mantener nuestras armas a cambio de que aceptemos un compromiso para dejar de apoyar a la causa palestina y de oponernos las ambiciones israelíes. Estas propuestas procedían de EEUU, el Reino Unido, Francia y otros”.
Sayyed Nasralá señaló que “el antiguo vicepresidente en la Administración de George W. Bush, Dick Cheney, nos presentó una gran oferta a través de un estadounidense de origen libanés. Él nos ofrecía un reconocimiento internacional, otro reconocimiento de nuestras armas y el sacar a Hezbolá de la lista de organizaciones terroristas de EEUU con la condición de que aceptáramos incluso un compromiso verbal en una habitación cerrada. Nosotros rechazamos la propuesta. Nosotros no aceptaremos un compromiso tal venga la oferta de quien venga”.
“¿Cuál sería el valor de esas armas si ellas no estuvieran dirigidas a defender una causa y un país?”, se preguntó.
“¿Cuando escogimos este camino, accedimos a él unánimemente y ofrecimos a la élite de nuestros mártires. De este modo, esto es algo no negociable. El problema real que ellos tienen es que somos la Resistencia y estamos determinados a continuar siéndolo. Es una cuestión de fe y de principios”, continuó diciendo Sayyed Nasralá.
Hechos de la Guerra de Julio Revelados por Primera Vez
Además, el líder de la Resistencia recordó que “después del 25 de Mayo de 2000, la gente celebró el logro de la liberación del país. Y desde el segundo día (es decir, el 26 de Mayo de 2.000) consideramos que debíamos prepararnos para una posible guerra que los israelíes pudieran lanzar contra el Líbano”. Él añadió que “los sionistas reconocieron que la Resistencia libanesa les infligió una estratégica e histórica derrota en 2.000 y buscaban una venganza contra ella y el Líbano.”
Con respecto a la operación del 12 de Julio de 2006, Sayyed Nasralá la denominó la “Auténtica Promesa”. Él manifestó que “tras la captura de los dos soldados israelíes, estábamos preparados para cualquier tipo de guerra. Estábamos esperándola y creyendo que ella había sido sólo retrasada. La Resistencia no estaba confusa ni preocupada, sino que tenía una clara estrategia de batalla porque la había preparado anteriormente”.
“Durante la Guerra de Julio de 2006, nuestro principal objetivo era infligir al enemigo el mayor número posible de bajas. En algunos campos, dejamos esta evaluación a los hermanos que combatían, y que decidieron, por ejemplo, resistir hasta su última gota de sangre en Marun al Ras. Sin embargo, en Aita ash Shab hubo un gran número de hermanos con los que perdimos contacto y pensamos que ellos habían caído mártires. Cuando supimos que estaban aún vivos, Hayy Imad Mugniyeh habló conmigo y yo le dije: “No les obligues a permanecer en ese lugar para luchar. Pero los hermanos tomaron su propia decisión de permanecer allí hasta el último minuto”, señaló.
En lo que respecta a Bint Ybeil, la decisión fue “el permanecer y luchar hasta el fin allí e impedir a los israelíes entrar en la ciudad,” continuó diciendo Su Eminencia.
Además, Sayyed Nasralá dijo que los misiles y cohetes lanzados por la Resistencia durante la Guerra de Julio “fueron pocos con respecto a los que nosotros poseíamos. Desde el punto de vista de nuestra capacidad, pudimos lanzar un número mucho mayor de cohetes, pero estábamos asumiendo que la guerra sería larga y no queríamos terminarla sólo porque nos hubiéramos quedado sin cohetes”, señaló.
“Si los israelíes hubieran continuado la guerra de la misma forma habríamos destruido centenares de tanques”, dijo Sayyed Nasralá.
Él añadió que el sistema de comunicación efectiva entre la sala central de operaciones y las salas subordinadas de operaciones en las ciudades y regiones fue uno de los elementos de poder más importantes de la Resistencia.
Su Eminencia señaló que “durante la guerra varios espías fueron arrestados y entregados a los servicios de seguridad libaneses” y añadió que uno de los puntos del fracaso israelí en la Guerra de Julio fue su debilidad en el terreno de la información, como se ve en el hecho de que los sionistas llevaran a cabo un aterrizaje militar en el Hospital Dar al Hikma, en Baalbeck”.
“Yo aseguro que los dos prisioneros israelíes no habían sido llevados a Baalbeck, así que los israelíes estaban equivocados”, añadió.
Respondiendo a una pregunta sobre un edificio destruido en Dahiyeh durante la guerra, Su Eminencia dijo que muchos de aquellos ataques con el Sur de Beirut no estuvieron dirigidos contra centros o líderes de Hezbolá, sino que buscaban una destrucción aleatoria, aunque siempre con el objetivo de dañarnos. La lógica dice que nosotros, como líderes de Hezbolá, no nos reunimos en un mismo lugar”.
Siria ofreció una cantidad ilimitada de armas a Hezbolá
Refiriéndose al tema del arsenal de Hezbolá durante la Guerra de 2006, Sayyed Nasralá subrayó: “Se nos aseguró que cualquier tanque israelí que fuera alcanzado por un misil Kornet sería destruido. Otra de las sorpresas que teníamos preparada fue el golpear un barco israelí con un misil. El alcanzar este objetivo durante la Guerra de Julio fue un gran logro, pero un proceso muy complicado”.
El secretario general dejó claro que Hezbolá recibió armas directamente de Siria antes y durante la Guerra de Julio señalando que “una gran parte del despliegue de la Resistencia en el Líbano dependió de las armas que llegaron de Siria”.
“La mayoría de las armas que utilizamos fueron hechas en Siria. Desde el principio de la Guerra de Julio, el Ejército sirio abrió sus depósitos de armas a la Resistencia libanesa”.
“Recibimos misiles Kornet de Siria. Tomamos más armas para tenerlas almacenadas asumiendo que la guerra se alargaría”, añadió.
Sayyed Nasralá también reveló que el presidente Bashar al Assad había expresado su disposición a implicarse en la guerra contra la entidad sionista.
“Él (el presidente Assad) creía que el ataque contra la Resistencia era regional e internacional, además de una conspiración interna, y que si la Resistencia libanesa era eliminada, la batalla se dirigiría entonces contra Siria,” dijo Sayyed Nasralá, que añadió que las unidades sionistas tenían planes para continuar su camino desde Hasbaya hacia Al Masna y Damasco, así que el liderazgo sirio consideró el despliegue de una fuerza siria en Hasbaya para luchar contra las unidades sionistas.
“Yo dije a Assad entonces que nuestra posición era excelente y que nos encaminábamos hacia la victoria y los israelíes no alcanzarían su objetivo. Yo no estaba preocupado y no creía que Damasco estuviera en peligro. De este modo, pedí paciencia. No queríamos que una guerra regional estallara y creíamos que éramos capaces de ganar esa batalla”, dijo Su Eminencia.
“No recibimos armas de Irán durante la Guerra de Julio porque no las necesitamos,” añadió.
Las negociaciones posteriores a la Guerra de Julio
Refiriéndose a las negociaciones que tuvieron lugar después de la Guerra de Julio, Sayyed Nasralá dijo:
“Yo no autoricé a Fuad al Siniora a negociar en nuestro nombre porque él no era digno de confianza en este asunto, y la batalla sobre la negociación política tuvo lugar en contra de Siniora y su bloque político antes que en contra de EEUU y algunos países europeos. Si les hubiéramos ofrecido nuestro cuello, entonces nos habrían decapitado”, señaló.
Respondiendo a una pregunta sobre el desarme de la Resistencia, su Eminencia declaró que “el principal foco de interés y la principal preocupación del bloque del 14 de Marzo es deshacerse de las armas de la Resistencia”. En este sentido, él subrayó que “la postura del 14 de Marzo resultó clara durante la Guerra de Julio, y cuando entramos en el gobierno, el primer ministro y sus aliados siguieron buscando el mismo objetivo de aquellos que fracasaron en la guerra.”
“Durante la Guerra de Julio, este bloque nos llamó y nos planteó varias condiciones, incluyendo el desarme de la Resistencia y la aprobación del despliegue de una fuerza multinacional a lo largo de la frontera con Palestina y Siria ... pero nosotros rechazamos eso”.
“Durante la guerra, no sentimos que tuviéramos un primer ministro o un partido político de la otra parte que mostrara siquiera una simpatía humanitaria hacia nosotros”, añadió. “Siniora fue el que pospuso la solución en los últimos días de la guerra. El gobierno debía presentar su decisión sobre la aprobación de la Resolución 1701, pero esto se demoró durante dos o tres días”.
“Hubo países árabes implicados en la Guerra de Julio en nuestra contra, y el 14 de Marzo intentó aprovecharla para eliminar a la Resistencia. Este bloque mantuvo luego en vigor este plan y todavía lo está haciendo. Si hubiéramos tenido un gobierno leal, habríamos terminado la guerra bajo las condiciones del Líbano, pero la batalla política provino del interior,” señaló Sayyed Nasralá.
En lo que respecta al principal aliado de Hezbolá, el Movimiento Patriótico Libre, el secretario general dijo que él no estuvo sorprendido por la actitud leal de su líder, el general Michel Aún, porque ambos mantenían ya las mismas posturas antes de la Guerra de Julio. “La posición del general Aún fue histórica. Él tomó sus decisiones libremente, sin la influencia de otros”.
Ningún gobierno será formado sin Hezbolá
Refiriéndose al nuevo gobierno libanés, Sayyed Nasralá señaló que cuando el primer ministro designado Tamman Salam fue elegido para formar gobierno, él fijó unas condiciones o éstas le fueron impuestas por otros.
“Él dijo: “No quiero candidatos parlamentarios o de partidos o figuras provocadoras” y añadió que quería una rotación de los ministros. Esto significaba que él no quería formar un gobierno. Nosotros hemos hemos dicho que queremos un gobierno de unidad nacional, en el que todos los bloques parlamentarios estén representados, según su proporción”, manifestó Sayyed Nasralá.
Él dijo también que los norteamericanos y los saudíes no desean que Hezbolá se una al gobierno y no quieren que el bloque del que formamos parte disfrute de una participación real dentro del gobierno.
Las declaraciones sobre un gobierno neutral son hipócritas
Sayyed Nasralá mostró además su oposición a las conversaciones sobre la formación de un gobierno neutral preguntándose: “¿Dónde están los neutrales en el Líbano?”.
“No hay ninguno”, señaló, añadiendo que “un candidato tecnócrata y neutral no existe en el Líbano. El hablar de un gobierno de neutrales es una hipocresía. La situación en el país requiere un nuevo gobierno de unidad. De ahí que apoyemos todavía a Salam como primer ministro”.
Comentando las declaraciones del presidente libanés, Michel Suleiman, acerca de que un gabinete de una sola parte fue formado anteriormente sin problemas, Su Eminencia dijo que este punto de vista estaba equivocado.
“Cuando un primer ministro interino fue formado para formar el gabinete, la mayoría que lo nombró aprobó la participación de los dos bloques. Mikati entonces se tomó su tiempo para negociar,” explicó.
“Ellos estarán pecando contra el Líbano si forman un gobierno de hechos consumados, ya que ellos estarán entonces dejando fuera a la mitad del país,” dijo Sayyed Nasralá. “Nuestros aliados no participarán sin nosotros y nosotros no participaremos sin ellos”.
Respondiendo a una pregunta de si creía que Suleiman ratificaría un gobierno de hechos consumados, Su Eminencia dijo que este último podría hacerlo, particularmente tras sus últimos discursos.
En otro orden de cosas, el secretario general de Hezbolá subrayó que “Hezbolá no ha secuestrado a los dos pilotos turcos y no tiene idea acerca de esta operación”.
“Hezbolá no la apoya”, añadió.
Su Eminencia dijo también que “Hezbolá no tuvo nada que ver con la liberación de presos de cárceles egipcias” durante la época de Mubarak.
“Sentimos mucho lo que está pasando en Egipto y estamos preocupados por ello. Esperamos siempre que las cosas se resuelvan a través del diálogo y el entendimiento,” indicó.
El secretario general de Hezbolá no olvidó alabar a la Gente de la Resistencia por ser uno de los factores de la victoria.
“Si no fuera por sus sacrificios, la Resistencia no habría podido proseguir su camino”.
Al final de la entrevista, Su Eminencia recordó a los enemigos y también a los amigos que el tiempo de las derrotas ya ha pasado a pesar de los actuales acontecimientos en la región.
“Este período ha sido cruzado ya con seguridad”, dijo.
“A pesar de todo, confirmo que la Resistencia es más fuerte que nunca y más fuerte de lo que fue durante la guerra de los 33 días”, concluyó Sayyed Nasralá.