El embajador sirio en el Líbano, Ali Abdel Karim Ali estima que las presiones sobre Hezbolá no se detendrán y no se han detenido jamás. Hezbolá es como la niña de los ojos para el Eje de la Resistencia.
El embajador sirio en el Líbano, Ali Abdel Karim Ali, ha estimado que el campo hostil a Siria ha hecho todo lo que ha podido para desestabilizar el país y que la solución política está en vías de lograrse. Él añadió, sin embargo, que todas las opciones continúan abiertas y reclamó el reforzamiento de la cooperación entre los ejércitos sirio y libanés.
Ali calificó de “gran mentira” las informaciones sobre la utilización de armas químicas por el Ejército sirio subrayando que, en ese contexto, Damasco ha aceptado recibir a los investigadores de la ONU, siendo consciente que este tema busca solamente aumentar las presiones sobre Siria.
El embajador añadió: “El campo adverso ha utilizado todos los medios posibles. Y la última oportunidad concedida a (el jefe de los servicios de inteligencia saudíes) Bandar bin Sultan busca conservar un poco de influencia, limitar las pérdidas y mejorar las condiciones en las negociaciones. Los agentes de Bandar buscan la exacerbación de las tensiones sectarias en Siria, en Iraq y el Líbano. Las dudas saudíes en provocar una discordia sectaria en el Líbano son principalmente debido al hecho de que las pérdidas en el campo contrario serían enormes”.
El diplomático sirio estima que “las presiones sobre Hezbolá no se detendrán y no se han detenido jamás. Hezbolá es como la niña de los ojos para el Eje de la Resistencia”, señaló.
“Si Hezbolá es tomado como objetivo, es como si Siria fuera atacada y viceversa. La decisión europea de inscribir a Hezbolá en una lista de organizaciones terroristas tiene por objetivo privar gradualmente a la Resistencia de su legitimidad, en previsión de un ataque militar contra ella, pero esta decisión ha perdido su valor desde el primer instante”, añadió Ali.
En este sentido, el embajador sirio ha establecido un vínculo entre la incursión israelí en Labbuné y la decisión europea. La incursión israelí pretendía, según él, “verificar hasta qué punto la Resistencia estaba dispuesta a responder directamente a toda violación seria de la soberanía del Líbano y su mensaje llegó bien claro a los israelíes”, concluyó.