Miembros de los Hermanos Musulmanes (HHMM) atacaron e incendiaron hoy un edificio oficial en El Cairo en una acción considerada la peor tras el asalto de las fuerzas de seguridad a dos campamentos de protesta.
Miembros de los Hermanos Musulmanes (HHMM) atacaron e incendiaron hoy un edificio oficial en El Cairo en una acción considerada la peor tras el asalto de las fuerzas de seguridad a dos campamentos de protesta levantados por partidarios del presidente derrocado Mohammed Mursi el miércoles. Este hecho causó una cifra de 623 muertos, casi todos ellos manifestantes.
Según las autoridades egipcias, dos policías han muerto también a manos de desconocidos. Uno de los policías murió en el ataque a un club de la policía en Al Arish, en la Península del Sinaí, un feudo de los grupos radicales armados que luchan contra las fuerzas de seguridad. El otro policía murió durante un asalto contra una comisaría en Assiut, en el sur de Egipto. Las fuerzas de seguridad han atribuido estos ataques a “partidarios de Mursi”.
El estado de confusión asociado a la masacre del miércoles impidió en las últimas horas hacer precisiones sobre bajas y pérdidas materiales, pero los líderes de los HHMM describieron una fuerte predisposición a la violencia entre sus seguidores.
“La ira dentro del movimiento islamista, de 85 años de trayectoria y con millones de seguidores en todo Egipto, está fuera de control”, declaró el portavoz de Hermanos Musulmanes, Gehad El-Haddad.
“Después de los golpes, arrestos y matanzas que estamos afrontando, las emociones están demasiado crispadas como para ser guiadas por alguien,” añadió el representante de la cofradía, mientras el Ministerio de Sanidad reportaba más muertos.
La cifra de 525 fallecidos manejada hasta ahora se eleva ahora ya, pues, a 623, pero podría incrementarse, según el gobierno, por la gravedad de muchos de los más de 4.000 heridos.
Muchas familias intentaban identificar a cientos de cuerpos mutilados en distintos puntos de la capital, entre ellos una mezquita donde hubo choques entre seguidores de los Hermanos Musulmanes y miembros de los servicios de seguridad.
Las secuelas de muerte y destrucción por los enfrentamientos del miércoles entre ambas partes han sido descritas en medios políticos y de prensa como el peor día de violencia en la historia moderna del país árabe más poblado.
Los Hermanos Musulmanes convocaron para este jueves una marcha masiva en El Cairo durante los funerales de los fallecidos. Estas marchas podrían lugar a más choques entre manifestantes contra la Policía y el Ejército.
Por su parte, el ejecutivo interino, apoyado por los militares, ha afirmado que no permitirá más manifestaciones ni sentadas de protesta y se enfrentará de manera directa y con armas de fuego a los que protagonicen episodios de violencia
El Ministerio del Interior ha advertido, en este sentido, que respondería con “munición real” a cualquier ataque contra sus fuerzas o instalaciones oficiales.
