El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha acusado a los grupúsculos takfiris de estar detrás de los atentados perpetrados contra el Suburbio del Sur de Beirut y otras regiones libanesas.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha acusado a los grupúsculos takfiris de estar detrás de los atentados perpetrados contra el Suburbio del Sur de Beirut y otras regiones libanesas y aseguró que ellos no lograrán nunca hacer flaquear ni disuadir a la Resistencia.
Él señaló que si la batalla contra estos grupos takfiris precisa que todo el Hezbolá vaya a combatir a Siria “todo el movimiento y yo mismo iremos allí”. Él precisó que “una guerra allí será menos costosa que permitirles venir a nuestras regiones para masacrar a nuestras familias”.
Expresándose ante miles de partidarios a través de una pantalla gigante desde la localidad de Aita Shaab, en el Sur del Líbano y junto a la frontera con la Palestina ocupada, con ocasión del Séptimo Aniversario de la Victoria de 2006, Sayyed Nasralá pidió a las familias afectadas que tengan paciencia y eviten toda reacción precipitada que pueda sumergir al país en un conflicto sectario.
Él afirmó que los autores de los atentados y de los disparos de cohetes son ya conocidos por los servicios de seguridad y pidió al Estado que tome medidas preventivas y desmantele a los grupos takfiris para que no puedan empujar al país hacia el abismo.
He aquí las ideas principales del discurso de Sayyed Hassan Nasralá pronunciado el viernes.
“Que la Paz de Dios sea sobre vosotros. Al principio, quiero agradeceros por vuestra presencia en esta localidad fronteriza con la entidad usurpadora. Además, rogamos por el reposo del alma de los mártires oprimidos que han sucumbido en el atentado terrorista de ayer y por el pronto restablecimiento de los heridos.
Nosotros presentamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas que han dado prueba de consciencia y de paciencia y agradecemos a todos los líderes libaneses y a otros que han condenado este atentado.
Por contra, condenamos el silencio de ciertos países de los que se comprobará en el futuro que han sido los patrocinadores de las muertes y el terrorismo en nuestra región.
Yo quiero evocar dos temas en mi discurso de hoy:
1 – La Guerra de Julio o la Segunda Guerra israelí contra el Líbano.
2 - La coyuntura actual en el país, partiendo del atentado terrorista que ha golpeado el Suburbio del Sur de Beirut y los lanzamientos de cohetes. Me gustaría hablar con toda claridad y con toda transparencia para diseñar una hoja de ruta capaz de abortar ese proyecto de destrucción.
Este año hemos escogido el celebrar la victoria de Julio de 2006 desde esta localidad fronteriza, próxima a Palestina. Así se respira el aire de Palestina. Estáis próximos al enemigo israelí, 65 años después del establecimiento de esta entidad usurpadora, y esto es muy simbólico.
Aita, como todos nuestros pueblos y nuestras ciudades, es el símbolo de los habitantes ligados a su tierra, el símbolo de los combatientes que se sacrifican y el de los mártires por Dios. Aita es el símbolo de la tenacidad, del coraje y de la perseverancia.
Lo que pasó en Aita durante 33 días sobrepasó con mucho la obligación del deber. Lo que pasó refleja la voluntad y la pasión de la Gente de la Resistencia y sus combatientes. Yo no olvidaré jamás cuando esta localidad estaba expuesta a todas las formas de agresión sionistas. Sus habitantes y sus combatientes estaban amenazados de exterminio.
Yo les dije en aquel momento que “no estáis obligados a permanecer allí hasta el último aliento”. Les dije que eso no formaba parte de nuestra estrategia militar, que no está vinculada a la geografía. Sin embargo, los combatientes escogieron combatir hasta la última bala y hasta el último aliento, reflejando así el verdadero espíritu de esta resistencia.
Esto me recuerda la víspera de la epopeya de Kerbala, cuando el Imam Hussein dijo a sus compañeros que aprovecharan la oscuridad de la noche para huir del enemigo, pero ellos se negaron a abandonarle. Los combatientes de la Resistencia manifiestan por su parte: “A tus órdenes, Imam Hussein”.
Una vez que la guerra terminó, los habitantes de Aita reconstruyeron inmediatamente su localidad, sembraron sus tierras y devolvieron la vida a su ciudad gracias a la sangre de sus mártires.
La victoria histórica de Agosto supuso un golpe fatal al proyecto del Gran Israel, este enemigo que busca imponerse en la región árabe e islámica en tanto que fuerza hegemónica. Israel quería ser una fuerza terrorífica, pero la victoria del 14 de agosto asestó un duro golpe a los sueños israelíes.
El resultado estratégico de la primera victoria de Mayo de 2000 fue el poner de manifiesto la importancia del papel de la resistencia popular para vencer al enemigo.
El resultado estratégico de la segunda victoria de Agosto de 2006 fue la capacidad de la resistencia popular de crear una fuerza de defensa real en el momento en el que el país no disponía de los factores de fuerza necesarios.
Una vez más, reiteramos nuestra adhesión a la vía de la resistencia popular para liberar el resto de nuestros territorios ocupados y proteger los recursos naturales del país. Estamos siempre convencidos de que la ecuación Ejército-Pueblo-Resistencia constituye la verdadera fuerza del Líbano.
Una vez más, reiteramos que continuaremos aquí, en esta tierra fronteriza. Vamos a construir y sembrar nuestro territorio cerca del alambre de espino -que la UNIFIL y los otros nos perdonen- y vamos a explotar los recursos naturales del país para impedir que el enemigo meta la mano en ellos.
Además, reiteramos lo que hemos dicho anteriormente de que vamos a cortar los pies del enemigo cuando éste trate de penetrar y violar la soberanía de nuestro territorio. El tiempo del turismo militar israelí en el Líbano ha llegado a su fin. La resistencia es más fuerte, más tenaz y más sólida y está mejor armada que nunca.
Pasemos al segundo punto del discurso: el hecho de atacar a los jóvenes, los ancianos, los comerciantes y los niños de la base popular de la Resistencia no es algo nuevo. Cada vez que el enemigo se ve incapaz de vencer a la Resistencia, ataca a sus partidarios. Las masacres cometidas por los israelíes en todas las regiones libanesas es un ejemplo claro de ello. El enemigo considera que ése es nuestro punto débil, pero éste es un hecho del cual debemos estar orgullosos.
Eso demuestra que la relación entre la Resistencia y su gente es muy íntima. Ése no es el caso de los combatientes takfiris importados de las cuatro esquinas del mundo.
En abril de 1996 (cuando terminó la agresión de ese año de Israel contra el Líbano) se logró imponer una nueva ecuación eficaz para proteger a la población libanesa. Lo que pasó ayer en el Suburbio del Sur de Beirut no fue el asesinato de un cuadro de Hezbolá ni un atentado contra una sede de Hezbolá. El que cometió el atentado de ayer buscó causar el mayor número posible de víctimas civiles. La carga explosiva pesaba mucho más de 50 kgs. En tanto que exista un grupo que se niegue a someterse a los dictados, va a pagar el precio de sus opciones.
Ciertamente, Hezbolá no va a abandonar a los afectados, como hace el Estado. Lo que ha tenido lugar es un eslabón en la cadena de incidentes de seguridad en el país. En este último mes, varios cohetes se abatieron sobre la región de la Bekaa. Grupos sirios han reivindicado estos ataques. De este modo, los autores son conocidos. No hay necesidad de efectuar investigaciones para desvelar su identidad. Ha habido igualmente cohetes dirigidos contra el Suburbio del Sur de Beirut, cohetes sobre Baabda, el atentado de Bir el Abed del 9 de Julio y últimamente el atentado de ayer.
¿Cómo ha reaccionado Hezbolá? La gran explosión que tuvo lugar el 9 de Julio iba dirigido contra nuestra zona y nuestra población? ¿Cuál fue nuestra reacción? No recurrimos a reacciones instantáneas y saludamos la paciencia y consciencia mostrada por la población. Yo pedí a los hermanos dirigentes que no se pronunciaran sobre este asunto. Sin lanzar acusamos ni condenas llevamos a cabo investigaciones. Durante el atentado de Bir el Abed, algunos acusaron incluso a Hezbolá de haber cometido el atentado para cambiar la situación en el Líbano. Sin embargo, son vuestros servicios de inteligencia los que actúan de esta forma y vosotros actuáis de esta forma. Pero no vais a encontrar a nadie al que le importe esta población más que a Hezbolá.
Nosotros supusimos al principio que el principal beneficiario del atentado era Israel. Según los datos de que disponemos, comprendimos, sin embargo, que el autor no era Israel. La segunda hipótesis era la de los grupos takfiris que han declarado la guerra contra los shiíes desde los primeros momentos de la crisis en Siria. Sin embargo, encontramos esta hipótesis poco plausible. En cuanto a la tercera hipótesis sería una tercera parte que querría aprovecharse de la coyuntura actual para sembrar la discordia en el país.
Comencemos por la explosión en Hermel. Los autores son conocidos por su nombre y apellidos y uno de ellos ha sido arrestado por la Inteligencia Militar y ha admitido su responsabilidad en la muerte de cuatro jóvenes de familias de Yaafar, Amhaz y Oglu.
Aquellos que han colocado las bombas en Anyar son conocidos. Según las investigaciones, ellos no son agentes de Israel. Son miembros de grupos takfiris, cuyos patrocinadores son conocidos. Los autores son libaneses, sirios o palestinos. Todos los indicios muestran que la explosión de ayer es obra de estos grupos takfiris.
Ciertos servicios de seguridad libaneses nos han informado que estos grupos preparan coches bomba en gran número para hacerlos explotar en el Suburbio del Sur de Beirut. ¿Estos grupos takfiris actúan en beneficio de Israel? Ciertamente lo hacen.
Nosotros no tenemos ninguna duda de que los servicios de inteligencia estadounidenses e israelíes pueden infiltrarse en estos grupos fácilmente. Se ha avanzado la hipótesis de un kamikaze y las investigaciones confirmarán o no esta idea.
En la actualidad, debemos alcanzar un objetivo nacional, el de impedir que tales atentados se reproduzcan. Los israelíes no dudan en matar y cometer atentados en todas partes del país. Del mismo modo, los takfiris matan a todo el mundo, destruyen tanto las mezquitas sunníes como las shiíes y matan a más sunníes que shiíes. Podemos ver un ejemplo de ello en Iraq, Afganistán, Siria y Pakistán.
Así pues, las explosiones no van dirigidas sólo contra el Suburbio del Sur de Beirut ni las regiones shiíes. Yo me dirijo a todos los responsables para decir que el Líbano se encontrará al borde del abismo si continúan tales atentados. Aquel que crea que estos ataques van dirigidos sólo contra una comunidad está equivocado. El que ha tomado la decisión de destruir la región quiere destruir también el Líbano.
Nosotros precisamos de la cooperación de todo el mundo, del Estado y de la población. Hace falta obrar en torno a dos ejes.
1- El primer eje es tomar medidas preventivas convencionales como puntos de control, registros y otros y aquí surge una responsabilidad del Estado y sus servicios. Sin embargo, estas medidas están lejos de ser suficientes para poner fin a estos atentados suicidas o explosiones.
2 – El segundo eje es todavía más importante que el primero. Se trata de actuar para descubrir, desmantelar, arrestar y luchar contra estos grupos. Los servicios competentes deben descubrir las identidades de los autores de estos atentados y de aquellos que les apoyan para impedir que ellos se repitan. Así pues, no debe permitirse que tales grupos sean protegidos ni encubiertos ni tampoco tomarlos a la ligera. Debemos impedir que el Líbano sea empujado hacia una guerra civil.
Podemos proseguir nuestra batalla en el terreno político. Pero dejemos de lado las rivalidades confesionales, que sólo sirven para provocar discordia.
Quiero dirigir unas palabras sobre todo a las familias afectadas por el atentado de ayer: nosotros tenemos confianza en vuestra paciencia, vuestra consciencia y vuestra responsabilidad. Estamos seguros de que seréis pacientes. No tenemos temor de que os entreguéis a una reacción precipitada y emotiva, que pueda provocar discordia y una guerra confesional. Los autores de los atentados dirán que los sunníes buscan mataros y enviaros coches bomba para haceros explotar.
Estas declaraciones son puramente israelíes. Los autores no son ni sunníes, ni sirios, ni libaneses, ni árabes. Son sólo criminales. Ellos han matado a más sunníes que shiíes. En el atentado de ayer, existe un mártir palestino, heridos sirios... Los autores son grupos takfiris que quieren promover un proyecto de destrucción en toda la región. Nuestros hermanos en Iraq poseen informaciones seguras sobre el papel de algunos servicios extranjeros, incluyendo de países occidentales, que empujan a estos grupos a cometer atentados.
En cuanto a los autores de los atentados yo les digo: os conocemos muy bien; nuestras manos os atraparán ciertamente. Esto corresponde, por supuesto, al Estado, pero si éste falla, nosotros asumiremos nuestras responsabilidades.
Vosotros, los grupos takfiris, pretendéis defender al pueblo sirio, pero sois los responsables, en primer lugar, de las muertes que sufre ese pueblo. Vosotros secuestráis y asesináis a los líderes religiosos cristianos, incluyendo los que os apoyan, matáis a los niños y bombardeáis las mezquitas. En cuanto a nosotros, hemos ido a Siria para combatir en zonas bien determinadas. Nosotros combatimos respetando las normas de la guerra. No matamos a los heridos ni a los prisioneros, mientras que vosotros los arrimáis a un muro y los matáis delante de las cámaras. Hezbolá no ha cometido masacres en Siria. Hemos perdido a varios combatientes por defender a civiles.
En lo que respecta al público de las cadenas Al Yazira y Al Arabiya, os digo que estos canales convergen en su cobertura sobre Siria, Iraq, Irán y el Líbano, pero divergen acerca de Egipto y Túnez.
“Deberíais de advertir que estas dos cadenas presentan informaciones divergentes sobre estos dos países. ¿Por qué creéis, pues, lo que ellas dicen sobre Siria y rechazáis lo que dicen sobre Egipto?
A los asesinos quiero decir: sabed que los atentados dirigidos contra nosotros no nos harán jamás flaquear. Especie de imbéciles, revisad nuestra experiencia durante 30 años con los israelíes. Y os digo que si tenemos actualmente a 1.000 combatientes en Siria, ellos serán a partir de ahora 2.000, en respuesta a vuestros atentados. Y si tenemos 5.000 combatientes, entonces ellos serán a partir de ahora 10.000. Habéis atacado el lugar equivocado.
Sabed que si la batalla contra los terroristas precisa que vayamos todos a Siria, todo el Hezbolá y yo mismo nos dirigiremos allí. Y lo haremos por Siria y su pueblo, por el Líbano y su pueblo, por Palestina y su causa primordial. Estad seguros que vosotros seréis incapaces de decidir la guerra contra nosotros. Nosotros decidiremos la guerra.
En 1996, nosotros fuimos los que lanzamos la última batalla. En 2006, nosotros fuimos los que lanzamos la última batalla también. Y sabed que nosotros vamos a ganar esta guerra contra los terroristas takfiris. Esta guerra será costosa, sí, pero será menos costosa que permitir que los takfiris vengan a nuestras puertas para matar a nuestras familias y degollarnos como a corderos. Somos adeptos al eslogan de la victoria de la sangre sobre la espada. Que la Paz de Dios sea con vosotros”.