Las autoridades egipcias han arrestado a más de 1.000 miembros de los Hermanos Musulmanes mientras que el liderazgo de la organización ha convocado una semana de protestas que comenzaron el sábado.

Las autoridades egipcias han arrestado a más de 1.000 miembros de los Hermanos Musulmanes mientras que el liderazgo de la organización ha convocado, en abierto desafío al nuevo poder, una semana de protestas que comenzaron el sábado.

Tras la nueva jornada sangrienta del viernes, en la que murieron más de 100 personas en choques que han empujado aún más a Egipto hacia la anarquía, las tensiones continúan altas entre los seguidores del ex presidente egipcio, Mohammed Mursi y las nuevas autoridades respaldadas por el Ejército.

El Ministerio del Interior ha señalado que 1.004 “elementos” de los Hermanos Musulmanes han sido arrestados y han acusado a miembros del partido de Mursi de continuar sus “actos de terrorismo” durante los enfrentamientos, lo que ha elevado la tasa de muertos a 700 desde el miércoles.

La violencia surgió en Egipto después de que los Hermanos Musulmanes, que tienen fuertes raíces a nivel popular, convocaran el viernes un “Día de Rabia”. Unas 50 personas murieron en El Cairo y más de 20 en Alejandría, la segunda ciudad del país, según señalaron fuentes de seguridad.

Los Hermanos Musulmanes anunciaron también una serie de manifestaciones para los próximos seis días, a partir del sábado.

“Nosotros no abandonaremos las plazas ni guardaremos silencio sobre nuestros derechos,” dijo el residente en el Cairo Abdulá Abdul Fattah, que añadió que no era un votante de los Hermanos Musulmanes. “Estamos aquí por los Hermanos que han muerto,” señaló.