Al menos 24 policías resultaron muertos el lunes por un ataque con cohetes contra su convoy en el Sinaí.
Al menos 24 policías resultaron muertos el lunes por un ataque con cohetes contra su convoy en el Sinaí, en lo que constituye el atentado más mortífero contra las fuerzas de seguridad desde hace años en Egipto, afirmaron fuentes médicas y de seguridad.
Los asaltantes, que pertenecen a grupos extremistas, según una fuente de la seguridad egipcia, atacaron a dos minibuses de la policía mientras éstos se dirigían hacia la localidad de Rafah, donde se encuentra el punto de cruce hacia la Franja de Gaza.
El Ministerio del Interior acusó a los grupos terroristas que operan en la zona de haber cometido este ataque, tras el cual las autoridades egipcias han cerrado el punto de cruce de Rafah con la Franja de Gaza.
Este ataque ha tenido lugar en un trasfondo de grave crisis política en Egipto.
“Egipto no se plegará ante la violencia”
El domingo, el general Abdel Fattah al Sissi, el jefe del Ejército egipcio y artífice del golpe que derrocó al presidente Mohammed Mursi el pasado 3 de Julio, aseguró que Egipto “no se plegará” ante la “violencia” de los seguidores de Mursi durante una reunión con los principales jefes militares y de la policía.
“Aquel que imagine que la violencia hará que el estado se pliegue y que los egipcios revisen su posición se equivoca. No permaneceremos silenciosos ante la destrucción del país,” declaró el general Sissi en su primera declaración desde la masacre del miércoles, en la que más de 800 personas, casi todos seguidores de Mursi aunque también 70 policías, resultaron muertas.
El sábado el gobierno anunció que 79 personas murieron y 549 resultaron heridas en operaciones “de lucha contra el terrorismo”. El día anterior, al menos 173 personas resultaron muertas, incluyendo 95 en El Cairo y 25 en Alejandria.
El gobierno egipcio está discutiendo también un plan planteado por el primer ministro instalado por los militares, Hazem al Beblawi, para prohibir a los Hermanos Musulmanes. Tal acción, que empujaría a la mayor organización islamista egipcia hacia la clandestinidad, crearía una situación similar a la que existía en la época de Mubarak, cuando ella estaba prohibida y miles de sus miembros se hallaban bajo arresto.