El presidente norteamericano, Barack Obama, estudia un ataque contra Siria que sería breve y de alcance limitado, afirmó el Washington Post el martes.
El presidente norteamericano, Barack Obama, estudia un ataque contra Siria que sería breve y de alcance limitado, afirmó el Washington Post el martes.
Este ataque sería presentado a nivel propagandístico como una “represalia” por la utilización de armas químicas por parte del gobierno sirio, pese a las negativas de éste de haber usado este tipo de armas y las pruebas, presentadas por Rusia al Consejo de Seguridad, sobre la culpabilidad de los militantes sirios, incluyendo fotos de satélites.
Según el Post, el ataque duraría no más de dos días y sería llevado a cabo probablemente por medio de misiles de crucero desde barcos estadounidenses en el Mediterráneo sobre algunos blancos militares sirios, estimó el periódico citando fuentes de la Administración.
El New York Times señala por su parte que Obama, que reflexiona todavía en torno a la opción militar, podría también aprobar una operación militar de esas características.
El carácter limitado del ataque evitaría a EEUU una mayor implicación en el conflicto sirio, según afirmaron responsables no identificados de la Administración estadounidense al Post. Esta intervención, afirman, sería puntual y no buscaría invertir el curso de la guerra civil en Siria, añade el periódico.
Escollos a un ataque militar
Sin embargo, existen diversos escollos a tal operación, incluyendo un amplio rechazo de la opinión pública estadounidense a un ataque contra Siria.
La operación también produciría efectos desestabilizadores para la economía mundial, que sufre ya una grave crisis.
Por otro lado, varios analistas han advertido que los grupos terroristas sirios e internacionales que luchan en Siria, muchos de ellos vinculados a Al Qaida, no son una opción deseable para EEUU y podrían beneficiarse de tal operación.
Dicha operación podría dar al traste con las oportunidades para la mejora de relaciones entre EEUU e Irán abierta tras la elección como presidente de Hassan Rohani en Irán, un estrecho aliado de Siria. Un ataque a Siria llevaría, sin duda, a un empeoramiento de las relaciones entre ambos países.
Por otro lado, según señala George Friedman, director de stratfor.com, una página de análisis político e inteligencia, las víctimas del ataque contra Siria provocarán una condena generalizada contra EEUU dentro y fuera del mundo musulmán.
Además, tal operación sería ilegal, ya que no contaría con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia y China poseen el derecho de veto.
Moscú denunció el lunes un posible ataque militar en Siria afirmando que ella sería “muy peligroso” y constituiría “una violación del Derecho Internacional”. Tal intervención militar tendría “consecuencias catastróficas”, insistió el martes la diplomacia rusa.