Irritadas madres y grupos pro-derechos humanos en Francia se unieron el martes en contra de una polémica propuesta que prohíbe a las madres musulmanas tomar parte en las actividades extraescolares en las escuelas.
Irritadas madres y grupos pro-derechos humanos en Francia se unieron el martes en contra de una polémica propuesta que prohíbe a las madres musulmanas tomar parte en las actividades extraescolares en las escuelas.
Las manifestantes cantaron eslóganes en contra del ministro de Educación francés, Luc Chatel, que pidió a las madres musulmanas que quieran acompañar a sus hijos a los viajes educativos que dejen sus pañuelos islámicos en casa, incluso aunque se trate de simples hiyabs o pañuelos que cubren el cabello.
Cantando eslóganes de “madres excluídas, niños humillados”, las manifestantes francesas criticaron al gobierno francés por lo que describeron como un intento de controlar sus vidas y la educación de sus hijos, dijo un corresponsal de Press TV el lunes.
En 2004, Francia prohibió a las estudiantes llevar pañuelos islámicos en los centros públicos de enseñanza, pero el organismo oficial anti discriminación dice ahora que la prohibición se aplica sólo a las estudiantes y no a sus madres.
Existe ahora la preocupación de que un decreto con una terminología ambigua lleve en último extremo a prohibir las mujeres que llevan el pañuelo islámico la entrada en las escuelas o a llevarles a una humillación que les convierta en ciudadanas de segunda clase.
Las manifestantes manifestaron que la propuesta alimenta la islamofobia y viola los derechos de las mujeres.
“Son siempre a las mujeres a las que ellos apuntan el dedo. En 2003, hubo una joven que fue expulsada de la escuela y hoy son sus madres,” dij Ndella Paye, de Feministas por la Igualdad Colectiva.
Los recientes hechos tienen lugar en un contexto en el que el presidente francés Nicolas Sarkozy aprueba medidas contra el colectivo musulmán con el fin de intentar conseguir la reelección con el apoyo del ultraderechista Frente Nacional, señalan algunos observadores.
La mayor parte de profesores saludan la participación de los padres en las actividades escolares. Sin embargo, muchas madres se preguntan si el mensaje que se transmite desde el gobierno de Sarkozy es que los musulmanes son una mala influencia para los niños.
Francia es el hogar de más de seis millones de musulmanes.