Hagel, Kerry, Susan Rice y el director nacional de Inteligencia James Clapper se reunieron a puertas cerradas con varios líderes del Congreso el jueves 29 de agosto de 2013.
El secretario estadounidense de Defensa Chuck Hagel, el secretario de Estado John Kerry, la consejera de Seguridad Nacional Susan Rice y el director nacional de Inteligencia James Clapper se reunieron a puertas cerradas con varios líderes del Congreso el jueves 29 de agosto de 2013.
Según el representante Elliot Engel, quien preside la minoría demócrata en la Comisión de Relaciones Exteriores, la Administración Obama confirmó la intercepción de una comunicación interna entre un responsable del Ministerio de Defensa sirio y una unidad militar siria, que probaría la responsabilidad de ésta en los ataques químicos del 21 de agosto, como había revelado la revista Foreign Policy.
Elliot Engel es un militante sionista. Miembro del US Committee for a Free Lebanon, que organizó la “Revolución del Cedro” en Líbano en 2005, Engel redactó en 2002 la Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act (En español, Ley sobre la Responsabilidad de Siria y el Restablecimiento de la Soberanía Libanesa) que autoriza al presidente de EEUU a entrar en guerra con Siria sin tener que acudir al Congreso. Ese texto, adoptado por el Congreso estadounidense y firmado por el entonces presidente George W. Bush, aún se mantiene en vigor.
Esa información, ampliamente divulgada por la prensa atlantista, pretende alimentar la aparente convicción de los occidentales sobre la culpabilidad de Siria. Sin embargo, la fuente de esa maniobra de intoxicación o desinformacion no es estadounidense. Las mencionadas “intercepciones” son en realidad de origen israelí.
El 27 de agosto, o sea al día siguiente de la difusión de la información sobre la supuesta comunicación interna siria, el canal de televisión Jewish News One anunció que la intercepción había sido realizada en realidad por Tsahal, o sea por las fuerzas armadas de Israel (IDF, según sus siglas en inglés).
Antes del ataque químico, una fuente militar siria ya había alertado sobre la presencia de oficiales israelíes en Duma, la zona controlada por la Brigada del Islam de donde fueron lanzados los dos misiles que contenían sustancias químicas, que no necesariamente fueron gases de combate. Las pruebas sobre el lanzamiento de estos misiles químicos fueron presentadas por Rusia a los miembros del Consejo de Seguridad e incluían fotos de satélites.
La posterior agitación y aspavientos de los occidentales fue obra de varios personajes estrechamente vinculados a Israel, azuzados además por el ministro francés de Relaciones Exteriores, el sionista Laurent Fabius.
Red Voltaire