La derecha francesa ha puesto en guardia al presidente socialista contra toda decisión apresurada de intervenir militarmente al lado de los norteamericanos.

La derecha francesa se ha desmarcado claramente de François Hollande en relación a la crisis siria y ha puesto en guardia al presidente socialista contra toda decisión apresurada de intervenir militarmente al lado de los norteamericanos.

El ex primer ministro François Fillon y el presidente de la UMP, Jean-François Copé, han mostrado su oposición a un ataque contra Siria sin disponer de pruebas contra ese país. El primero ha declarado que “Francia debe conservar su total libertad de iniciativa con respecto a los norteamericanos”. “El síndrome de Iraq está presente en todos los espíritus”, añadió.

Fillon, un competidor de Copé en el liderazgo de la oposición derechista, se mostró aún más hostil a una intervención militar. Él dijo que “Francia no puede actuar a la ligera y a remolque de quien sea, ni siquiera de sus aliados y amigos norteamericanos” y exhortó al presidente Hollande a “medir bien los peligros” de una acción militar dado que “la región es un polvorín”.

Según el antiguo primer ministro, “el único arreglo de la guerra civil y confesional que desgarra Siria pasa por una negociación entre los beligerantes, con el concurso de Rusia, Arabia Saudí e Irán”.

Por su parte, el diario Le Figaro criticó a Hollande afirmando que él se ha visto atrapado en el conflicto sirio al igual que Barack Obama y destacando el aislamiento a que el presidente francés está sometido ahora en el plano internacional e interno.

“Al igual que Barack Obama, François Hollande se ha visto atrapado en un torbellino de hechos incontrolables”, señaló el columnista Pierre Rousselin en el periódico.