Según fuentes bien informadas, citadas por el diario libanés As Safir, la capital siria recuperó el martes y por primera vez en semanas.
Según fuentes bien informadas, citadas por el diario libanés As Safir, la capital siria recuperó el martes y por primera vez en semanas, su vida normal: tráfico en las calles durante el día, mesas ocupadas en los cafés y restaurantes y recuperación de las clases normales en las escuelas.
Siempre según las mismas fuentes, un sentimiento general prevalece de que se aproxima el “fin de la crisis” tras semanas de tensiones sectarias e inestabilidad.
Además, precisa As Safir, las fuerzas de seguridad y el Ejército vigilan el centro de Deraa, permitiendo así a los residentes visitar sus proximidades, es decir, las zonas rurales que rodean la ciudad.
Estas fuentes afirmaron al periódico que las operaciones de seguridad van a cesar pronto y que la electricidad ha sido restaurada en los pueblos y ciudades de los alrededores. El gobierno ha enviado tambien aprovisionamientos de harina para evitar una crisis en la región.
Igualmente, los campamentos militares alrededor de las ciudades de Duma y Muazamieh han sido levantados, salvo los que se encuentran en el interior de estas ciudades.
Confesiones de un terrorista de Deraa
En el terreno de la seguridad, la televisión siria ha difundido las confesiones de Ibrahim Naif al Massalmeh, uno de los presuntos miembros de los grupos terroristas de Deraa, que afirmó que había llevado a cabo actos de asesinato y terrorismo contra los ciudadanos de la ciudad.
Él precisó que la persona que había movilizado las protestas le había designado como responsable de todo, indicando que una información había sido difundida, en la que se le designaba como “líder de la revolución” en Deraa.
Él indicó que el inicio de las acciones armadas en Deraa tuvo lugar poco después de la retirada de las fuerzas de seguridad. Él añadió que uno de los elementos de su grupo, Yasser al Mahamid, distribuyó 20 fusiles y municiones entre un grupo de individuos.
Cabe subrayó que el número de personas atacadas por esos grupos alcanzó las 200 personas y añadió que ellos atacaron también al e+Ejército en el momento en que éste entró allí.
Él afirmó que una fatua de Sheij Risq le había llevado a dar la orden de abrir fuego contra el Ejército y las fuerzas de seguridad y subrayó que algunas personas ricas en el país habían expresado su disposición a apoyar la revolución, especialmente el millonario Abu Yassim Yradat, que envió tres millones de libras sirias a través del abogado Mohamed Jeir.
“Él y Shafiq Abu Zeid enviaron también alimentos a los manifestantes. Yassir Mahamid contribuyó con 50.000 libras sirias. Él me pidió que comprara alimentos para los manifestantes para asegurarse de que la revolución continuaría,” precisó.
Exequias oficiales para los siete mártires
Los pueblos y las ciudades sirias han recibido y participado en las exequias de los siete mártires y miembros de las fuerzas de seguridad “muertos por bandas de terroristas extremistas en Deraa”, dijo la agencia SANA.
En los cortejos oficiales y populares, el gobernorato de Hama dijo el último adiós a los tres mártires: el miembro de las fuerzas de seguridad Fai Suleiman Shaddud, y dos soldados, Sadam Mustafa al Ali y Raid Fauaz al Hazum.
En Alepo, una multitud impresionante de habitantes de la ciudad participó el lunes en la procesión del funeral del soldado Musa al Musa, caído como mártir por las balas de grupos armados en Deraa, donde él cumplió con su deber nacional. M. Abdel Gani, tío del mártir, afirmó que el “caer como mártir” era un deber nacional, sobre todo si existía un complot tramado por fuerzas exteriores que buscan destruir la patria y dañar su seguridad.
El pueblo de Tauahneh participó también en las exequias de Faisal Mohammed Yaddu, cuyo padre pidió el procesamiento de los grupos terroristas y extremistas que asesinaron a su hijo.
El pueblo de Al Tub tomó parte en los funerales del mártir soldado Abdel Mayih Shihan al Ali Al Kedro. Durante el funeral, su tío Mohammad al Jalaf fijo que los sirios estaban dispuestos a dar su sangre para defender el suelo de Siria.
Por medio de otro cortejo fúnebre oficial y popular, los habitantes del gobernorato de Hassaké despidieron también al mártir soldado Selah Yunis Hueit.