El cordial saludo entre Vladimir Putin y Barack Obama no ha podido ocultar sus diferencias en lo que respecta a un potencial ataque estadounidense contra Siria, el principal aliado de Rusia en Oriente Medio.
El cordial saludo entre Vladimir Putin y Barack Obama no ha podido ocultar sus diferencias en lo que respecta a un potencial ataque estadounidense contra Siria, el principal aliado de Rusia en Oriente Medio.
Putin se refirió a esta cuestión el miércoles cuando dijo que su país enviaría a Siria y sus aliados de la región los componentes de un escudo antimisiles si EEUU ataca el país.
El presidente ruso señaló a este respecto en una entrevista con Associated Press que reconsiderará el estado de un contrato suspendido para la entrega de un sistema de defensa antiaérea y antimisiles S-300 a Siria en caso de ataque de EEUU. “Tenemos un contrato para la entrega de los S-300. Hemos suspendido su entrega de momento, pero si vemos que se dan pasos que violen las actuales normas internacionales, entonces decidiremos como vamos a actuar en el futuro, en particular con respecto al suministro de armas a ciertas regiones del mundo”.
Esta advertencia también fue interpretada por los expertos en el sentido de que Rusia podría proceder a la entrega de armas superpoderosas a Irán.
El pasado miércoles Putin advirtió que un ataque a Siria sin el aval del Consejo de Seguridad sería un acto de agresión y sería además ilegal.
Por su parte, el general Martin Dempsey, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de EEUU, dijo esta semana que los rusos podrían reemplazar cualquier equipo militar que los estadounidenses destruyeran en un ataque. Esto ha dado pie a la posibilidad de que cualquier ataque contra Siria se convierta en una guerra indirecta entre EEUU y Rusia,
El representante republicano George Holding (republicano por Carolina del Norte) preguntó a Dempsey durante una sesión sobre Siria el miércoles qué es lo que EEUU haría “si Rusia decide golpearnos en ese escenario”. Dempsey declinó contestar y dijo que “Rusia tiene capacidades que van desde la guerra asimétrica, incluyendo la ciberguerra, hasta las armas nucleares. Pero no serviría de nada comenzar a especular sobre esto”.
Por su parte, el secretario de Estado, John Kerry, afirmó que los rusos han dejado claro que no buscan ir a la guerra en el caso de un ataque estadounidense contra ese país.
Más probable es que Rusia continúe ayudando militarmente al gobierno de Siria y bloqueando así cualquier ganancia para la oposición que se derive del ataque norteamericano.
“Putin cumplirá lo que dice,” dijo el analista militar norteamericano Ralph Peter a Fox News. “Si nosotros destruimos tecnología militar siria, Rusia la reemplazará”.