Los líderes de las naciones cuya población suman más de la mitad del mundo se oponen firmemente a un ataque contra Siria.
Los líderes de las naciones cuya población suman más de la mitad del mundo se oponen firmemente a un ataque contra Siria sin un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU y cuestionan la versión estadounidense sobre los ataques químicos.
Durante la reciente cumbre del G-20, los líderes mundiales dejaron ver en sus discursos y declaraciones cual era su postura acerca de un posible ataque estadounidense contra Siria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó la noción de que hubiera una división de 50 a 50 en este tema, aludiendo a que los líderes de la mayoría de las economías del mundo han expresado su oposición a una intervención militar en Siria.
Rusia, China, India, Indonesia, Argentina, Brasil y Sudáfrica estuvieron entre los países que abiertamente hablaron en contra de algún tipo de acción militar no autorizada por el Consejo de Seguridad, dijo Putin.
La nación musulmana más importante del mundo, Indonesia, estuvo entre las opuestas categóricamente a un ataque contra Siria. Malasia ha adoptado la misma actitud.
China se ha opuesto también a un ataque militar contra Siria y mantiene una postura similar a la de Rusia. Ambos países han recordado que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene competencias para aprobar una acción militar. China ha señalado también que los medios militares “no pueden resolver un tema complicado como Siria”.
El viceministro de Finanzas de China, Zhu Guangyao, ha advertido asimismo que un ataque tendría un impacto negativo en la economía global y llevaría “a un incremento en los precios del petróleo”.
Los otros tres miembros del BRICS -India, Brasil y Sudáfrica- también han expresado su oposición a un ataque estadounidense.
India ha señalado que EEUU debe respetar el marco legal internacional y que sólo el Consejo de Seguridad puede aprobar un ataque. Además, el primer ministro Manmohan Singh ha señalado que es necesario establecer lo que ocurrió realmente en Siria, haciéndose eco de la postura de los líderes mundiales que dudan de la autenticidad de la versión norteamericana en un momento en el que se acumulan las pruebas que apuntan a la autoría de los rebeldes de los ataques químicos de Guta.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, condenó la idea de una intervención militar en Siria y dijo que su país “no permanecerá en silencio” mientras “otro es bombardeado ante nuestros ojos.” “El mundo no está gobernado por individuos ni países determinados, sino de forma colectiva en forma de instituciones como la ONU”.