La cruz que se elevaba por encima del monasterio de San Sergio y San Baco, en Malula, ya no existe.
La cruz que se elevaba por encima del monasterio de San Sergio y San Baco, en Malula, ya no existe.
Ella fue destruida por los grupos rebeldes armados de la galaxia extremista que combaten al gobierno de Siria. Ellos atacaron e invadieron en los pasados días Malula, una pequeña localidad al norte de Damasco, conocida como la segunda ciudad cristiana de Oriente. Las iglesias de San Leoncio y San Como y San Damián fueron también atacadas.
El patriarca melkita, Gregorio III Laham, ha hecho un llamamiento “a la comunidad internacional y a la conciencia del mundo entero” a fin de salvaguardar el pequeño pueblo de Malula, que se encuentra bajo la jurisdicción del Patriarca de Damasco y “constituye un símbolo cristiano muy importante en la historia de Siria”.
El Patriarca dijo a Fides que “el 80% de la población de la localidad, aterrorizada, se ha refugiado en Damasco y otras localidades” bajo la protección del Ejercito.
Los grupos armados se han atrincherados en esta localidad formada por casas construidas sobre rocas. Esto significa que toda acción militar dirigida a desalojarlos podría significar la destrucción de la misma, dijo el Patriarca, que añadió que “el ataque contra Malula constituye una herida profunda” mientras recordó el “valor histórico, cultural y espiritual que tiene la ciudad para todos los sirios”.